BALONCESTO COPA DEL REY

Choque de trenes

Choque de trenes
Choque de trenes
Estadio DeportivoEstadio Deportivo 3 min lectura
Real Madrid y Valencia van a protagonizar un auténtico choque de trenes en los cuartos de final de la Copa del Rey, una final anticipada para muchos, y sin duda uno de los platos fuertes de la competición del KO.

El Madrid sólo ha perdido un partido en Liga y el Valencia llega con victorias en los últimos doce partidos, pero en Copa del Rey la supremacía es blanca ya que las tres veces que se midieron en esta competición acabaron con victoria madridista, incluyendo la final de 2017 en Vitoria.


Esta temporada se vieron las caras en Valencia, con victoria del Real Madrid por 78-86, el pasado 1 de noviembre, y en Euroliga donde el equipo levantino ganó en Madrid por 77-93, el 8 de octubre. El próximo viernes 19 de octubre, ambos equipos volverán a medirse en Valencia en la máxima competición continental.


Uno de los aspectos que más se ha comentado es el tiro de tres de los pívots del Valencia y su influencia en el juego defensivo de Walter Tavares, pero lo cierto es que el equipos que más triples mete en la Liga es el Real Madrid con 11,2 aciertos por partido.


También habrá guerra de exjugadores, con Alberto Abalde, exvalencianista, y Klemen Prepelic, exmadrisita.Y de reboteadores, donde Tavares y Louis Labeyrie son los máximos reboteadores defensivos de la Liga.


Dos grandes estrategas, Pablo Laso y Jaume Ponsarnau, dos grandes equipos, con grandísimos jugadores, dos equipos de la parte alta de la Euroliga y de la Liga. El choque tiene todos los ingredientes necesarios para que haya un baloncesto de altos vuelos.


Laso no podrá contar con Jeff Taylor y tiene a varios jugadores "entre algodones", aunque espera poder contar con todos, incluido Nico Laprovittola que ha superado el coronavirus y ya se ha entrenado con el equipo, aunque ha estado 15 días parado.


Ponsarnau también tiene las bajas de Fernando San Emeterio, positivo en coronavirus, Joan Sastre, que se recupera de una lesión muscular, y la casi segura de Guillem Vives, aquejado de lumbalgia.


La Copa pone la tensión y presión necesarias, con lo que todo lo anterior apenas cuenta. Es el aquí y ahora, sin pasado ni futuro. Sólo el presente cuenta. La victoria da el pase a semifinales y a seguir luchado por el título. El perdedor, se va a casa.

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