Estadio Deportivo6 min lecturaLeón, 25 sep (EFE).- El exseleccionador español de baloncesto, José Vicente "Pepu Hernández, que esta misma semana dimitía también de su última responsabilidad, en este caso política, como portavoz del grupo socialista en el Ayuntamiento de Madrid, ha reabierto la puerta a su anterior profesión, el mundo de la canasta y ha afirmado que está abierto a cualquier cosa.
Hernández, que participó, junto con varios jugadores, en la jornada de clausura del Foro Internacional del Deporte (FID) Castilla y León en la capital leonesa, como "arquitecto" del equipo español que conquistara el oro mundialista en Japón 2006, no descartó ninguna posibilidad que se le pueda presentar en el mundo del baloncesto.
"No descarto nada si se presenta un proyecto atractivo, lo estudiaría con cariño, pero sin ningún tipo de obsesión", señaló en una entrevista concedida a Efe, mostrando también su predilección por volver a trabajar con la cantera, quizá rememorando sus inicios en el Ramiro de Maeztu con el Estudiantes.
Su última experiencia en los banquillos fue precisamente con el conjunto estudiantil hasta poner punto y, parece que ahora seguido, a su larga trayectoria como técnico en 2012.
Tiene clara su idea vital, no solo relacionada explícitamente con el baloncesto sino como punto de partida al proclamar que ha estado "en la función o servicio público, que no político porque siempre me he propuesto colaborar y ayudar en cualquier ámbito, por eso me consideré un ayudante de jugadores cuando fui entrenador".
En su etapa política en el Ayuntamiento de la capital de España dejó claro, en que requería para asumir su trabajo "formación, no transformación".
Del baloncesto añora "la cancha", y señala que le sigue apeteciendo cada día y todavía sigue teniendo pesadillas "con que no llego a un entrenamiento" porque siempre ha sido una pasión para él.
En León, acompañado de algunos de sus jugadores que lograron la gesta del primer título mundial como Carlos Jiménez, Carlos Cabezas, Beni Rodríguez o Felipe Reyes recordó la efemérides quince años después y de lo que queda: "odo, el mismo espíritu que ha permanecido con los siguientes seleccionadores, ya no tanto los títulos, sino el legado, la herencia de unos valores".
Por eso, a pesar de la reciente decepción de los Juegos de Tokio, que ponían fin una generación dorada, está convencido que el futuro "es bueno, prometedor, sin que haya que comparar con el pasado, aunque quizá se fuera injusto olvidando la generación del 59 que acabó logrando la plata en Los Ángeles 84 en su cúspide".
Y es que, la considerada mejor generación del baloncesto español, los conocidos como "júnior de oro de Portugal" estuvo acompañada, según recuerda, "por otros jugadores que acompañaron y complementaron para conseguir una mezcla perfecta".
Para él lo que más le enorgullece es que le sigan parando por la calle para recordar aquella mítica proclama de BA-LON-CES-TO. "de gente que me dice que no le gusta el deporte o el baloncesto, pero que me recuerdan por todo lo que supuso de ejemplo de unos valores que se transmiten y ese fue el verdadero oro logrado".
De cara al futuro echa de menos una "verdadera estructura" que se genere desde el trabajo de la cantera, con ejemplos de los que fueron viveros como Joventut de Badalona o Estudiantes "que aportaron muchos jugadores a las selecciones". "Sufro porque están el peligro".
"Pepu" Hernández cree necesario dar al trabajo de formación "viabilidad y posibilidades de supervivencia por la importancia que tienen desde el punto de vista también educativo y de beneficios para una sociedad, porque sin duda, al margen de la aportación económica, las cuentas saldrían".
De su paso por la selección, de 2006 hasta su destitución en junio de 2008, prefiere "tener memoria para no repetir errores"; asegura que su salida del combinado nacional se debió "exclusivamente a una cuestión con el presidente -José Luis Sáez-, demostrándose que algunas cosas que se dijeron no eran ciertas".
Una relación con la Federación Española y sus actuales gestores, en especial quien fuera jugador de la selección con él, el actual presidente Jorge Garbajosa, con el que dice estar "al cien por cien, al igual que con Antonio Martín que gestiona la Liga ACB, por el gran trabajo de unificación en criterios del baloncesto español, sin que existan dos, tres o cuatro baloncestos".
Dentro de esa buena sintonía, Hernández no tiene dudas en afirmar que "estaría a su disposición" si creyera que puede ayudar de alguna manera".
Fernando Pérez Soto