Haimar Zubeldia (Usurbil Gipuzkoa, 39 años) afronta su decimoquinto
Tour Francia, un récord que se inició en 2001. Desde entonces los ha corrido todos, menos en el de 2010, y el único que no ha acabado es el de 2004.
A pesar de su larga trayectoria que comenzó en 1998 en las filas del
Euskaltel, aún siente cosquilleos los días previos al
Tour, una prueba que "siempre se coge con ilusión y con ganas".
Haimar, que anuncia que seguirá un año más en el pelotón, ha cambiado esta temporada sus costumbres habituales a la hora de preparar el
Tour. Entre la
Vuelta a California y el
Dauphiné estuvo concentrado junto su compañero
Markel Irizar en altitud, en el
Portalet, a 1.800 metros de altura.Un sacrificio que le ha supuesto pasar solo tres noches en casa en los últimos meses, siempre con la misma maleta a cuestas, la misma que se llevará después del
Tour a la Clásica de San Sebastián y la
Vuelta a España».
Asegura Zubeldia que llega al
Tour en un momento fino de forma, después de entrenarse en el
Portalet y otros puertos del territorio francés, como el T
ourmalet, Soulor o
Aubisque, con sesiones de 7 horas.
De la reciente experiencia en el
Dauphiné destaca el ritmo excesivo de carrera, y espera que "en este
Tour se tranquilicen un poco los ánimos"
El ciclista vasco llega al
Tour con 40 días de competición y 6 kilómetros recorridos. El único percance lo tuvo en la
Vuelta a California. Una caída le supuso dos puntos de sutura en el brazo.
En el
Tour el objetivo será buscar un triunfo de etapa, lo que sería un regalo después de 15 participaciones. De la general se olvida, ve impensable luchar siquiera por el top ten.
La ilusión es el combustible que le permite a
Zubeldia seguir entrenando sin pesar.
"Entrenar me sigue gustando y disfruto compitiendo", dice el corredor de
Usurbil, a quien si le pesa dejar el hogar tantos meses al año, ya que sus hijas, ya mayores, notan su ausencia.