CICLISMO VUELTA

Alberto Contador reaparece y hace temblar la Vuelta

Alberto Contador reaparece y hace temblar la Vuelta
Alberto Contador reaparece y hace temblar la Vuelta - EFE
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Sagunto (Valencia), 24 ago (EFE).- La reaparición de Alberto Contador (Trek Segafredo), con un ataque contundente y demoledor en la ascensión al puerto del Garbí ha hecho temblar a sus rivales en la sexta etapa a la 72 Vuelta a España, en un día en el que solo ha encontrado respuesta en el líder, el británico Chris Froome (Sky). Solo han sido unos pocos kilómetros, "cinco o diez de esfuerzo máximo", según ha explicado Contador al final de la etapa, pero los suficientes como para provocar un auténtico terremoto en el pelotón y dejar al descubierto muchas de las debilidades de aquellos que aspiran a hacerse con el maillot rojo de vencedor que él tiene en propiedad por triplicado. Lamentablemente para sus aspiraciones máximas, pelear por un nuevo jersey rojo en su despedida de la Vuelta y del ciclismo profesional, el madrileño llegó tres días tarde, pero su actuación por la sierra valenciana de la Calderona hace presagiar unos próximos días muy vibrantes. La mala digestión de todo lo que comió en la tercera etapa entre Prades (Francia) y Andorra la Vella le dejó "vacío, sin energía" y le pudo mandar a casa. Finalmente pudo minimizar el desastre y como el mismo ha zanjado "solo perdí dos minutos y medio, pero bien pudieron haber sido diez o doce". De ese tremendo lastre, que pudo incluso llevarle a dejar la Vuelta por la puerta trasera en forma de abandono, no le va a resultar fácil desprenderse. Esa es la tranquilidad que, de momento, puede tener Chris Froome para tratar de hacer realidad su sueño de ganar su primera Vuelta. El británico de origen keniano, que en su juventud ya le tocó encaramarse en la sabana de Kenia a un árbol para salvarse de un ataque de un hipopótamo, sabe que los depredadores los tiene al acecho y Alberto Contador es uno de ellos, todavía no el principal, pero por si acaso no le dará ninguna confianza. El de Pinto, al margen de ser el ciclista en activo con más victorias en las tres grandes con un total de siete, dos Giros de Italia, dos Tours de Francia y tres Vueltas, presenta por otro lado una nómina de momentos de imborrable recuerdo, casi tan importantes como sus victorias. Camino de la cima cántabra de Fuente Dé, certificó su segundo triunfo en la Vuelta del 2012 al desbancar a Joaquim "Purito" Rodríguez. En el presente año, en el Tour de Francia en el col d'Agnes en dirección a Foix dio vida a Mikel Landa, compañero de equipo de Froome, para primero recuperar posiciones y finalmente quedarse a un solo segundo de meterse en el podio final. Pero la herida hoy todavía sangrante para Froome es la que le infligió en la última edición de la Vuelta, la de 2016, por tierras aragonesas con su ataque camino de Formigal en una cuesta no puntuable. Contador sacó su varita mágica para pillarlo a contrapie y desarbolar la maquinaria del Sky. Allí se esfumó, una vez más, la ilusión del británico por hacerse con el jersey rojo en un día en el que el gran beneficiado fue el ahora ausente Nairo Quintana (Movistar). Por todo ello, Froome no le ha querido dar ningún margen y en cuanto se ha movido en las rampas del Garbí se ha pegado a su rueda. En esta ocasión, al contrario que en Formigal, podía haber sido su gran aliado, pero la meta de Sagunto estaba demasiado lejos y la selección realizada por el pinteño ha sido de tal calibre que ambos se han convencido, Contador a regañadientes, de que dejaban esfumarse una buena ocasión. Contador esperaba encontrar una mayor colaboración y ha dejado claro que más de uno puede terminar por arrepentirse de no haber colaborado con él para dejar prácticamente eliminados a algunos de los aspirantes a la general. Por su parte Froome no ha tenido problemas en reconocer los méritos de la actuación de su rival que ha calificado de "impresionante" y con el convencimiento añadido de que "seguirá intentándolo" en una jornada que "ha sido la más dura hasta el momento". Y todavía faltan por llegar los finales más duros en cimas de gran envergadura como Xorret de Catí, Cumbre del Sol, el observatorio astronómico de Calar Alto, la Pandera, Sierra Nevada, Los Machucos y el Angliru, además de varias jornadas de media montaña o la contrarreloj navarro-riojana. Con Contador a un gran nivel, Froome tiene claro que no va a poder dar nada por supuesto hasta el último día. "Todavía queda una larga carrera por delante y estoy convencido que será alguien que lo seguirá intentando", ha sentenciado. Incluso el director de un equipo como el Orica Scott, el australiano Neil Stephens, con tres bazas de gran calibre bajo su mando como el colombiano Esteban Chaves y los gemelos Yates, Adam y Simon, sabe que Contador a un buen nivel es capaz de cambiar el desarrollo de la carrera. "Creo que hará algo importante, le conozco bien y me alegró verle en Santa Lucía como tiene que estar. Fue extraño lo que le pasó en Andorra, pero a partir de ahora espero ver mucho espectáculo. Será un rival muy fuerte", anticipaba antes de disputarse esta etapa. Esta actuación, a la que se pueden aplicar los carteles que los aficionados le muestran por la carretera con 'Gracias Alberto', y que "me emocionan", apenas ha tenido repercusión en su balance cuantitativo con solo tres posiciones ganadas con respecto al día anterior, ya que está en el puesto 23, pero cualitativamente ha puesto en evidencia su fortaleza así como muchas debilidades ajenas. La frase de muchos es que "todavía queda mucha Vuelta", y con Alberto en su mejor nivel los matices que se le pueden aplicar son innumerables.
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