CICLISMO TOUR EAU

Íñigo Elosegui, la perla vasca se pule a la vera de Valverde

Íñigo Elosegui, la perla vasca se pule a la vera de Valverde
Íñigo Elosegui, la perla vasca se pule a la vera de Valverde - Carlos de Torres
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Íñigo Elosegui (Zierbena, Bizkaia, 21 años), rueda estos días por las carreteras de los Emiratos Árabes con el carnet de profesional recién estrenado. Nieto de José Antonio Momeñe, cuarto en el Tour'66, aspira a sumarse a la nueva hornada de jóvenes figuras del ciclismo, como Bernal, Evenepoel o Pogacar.

Un objetivo ambicioso para un corredor de futuro, un "friki" del ciclismo que no descuida la formación académica -estudia administración de empresas- habla inglés y le interesa el mundo de la comunicación y hablar "de todo".


De momento, el campeón de España sub'23, ya pedalea junto a las estrellas del pelotón. Debutó hace unas semanas en el Tour de San Juan (Argentina) y ya puede sacar las primeras conclusiones. " Ha sido un debut bonito. En San Juan empecé con calor, algo que me gusta, luego aquí en Emiratos con Alejandro Valverde. Desempeñando un rol claro me siento a gusto y contento con el trabajo que hago", comenta el ciclista vizcaíno antes de la salida de la tercera etapa del Tour de los EAU.


Elosegui tratará de mantener la regularidad todo el año en las pruebas que participe, y para ello ha realizado un entrenamiento específico para adaptarse a la categoría. Su idea es estar pronto peleando con los jóvenes rebeldes del ciclismo mundial, algunos de ellos, como el esloveno Pogacar, compartiendo pelotón en los Emiratos.


"La esperanza es poder medirme con Bernal, Evenepoel y todos los jóvenes que han aparecido con fuerza. Quiero trabajar para eso, aunque ellos son presente, no futuro, y yo llevo otro paso. Ahora ayudando al equipo voy a crecer, estoy aprendiendo, pero es claro que el objetivo que tengo es llegar hasta donde me lleve el cuerpo, hasta que no vea que es imposible no voy a cambiar de opinión".


Procedente de la cantera del Lizarte, como Nairo Quintana, Richard Carapaz y Marc Soler, entre otros, Íñigo Elosegui se define como un "corredor diesel, de largo recorrido". "Soy un corredor de fuerza, prefiero las carreras duras y con mucho desnivel acumulado, me gusta poner una marcha e ir encadenando los puertos, pero no soy explosivo, prefiero ir a marcha rompepiernas".


Admite Elosegui que debe trabajar la explosividad, porque si no, "los Pogacar y compañía me van a dejar tirado en la primera rampa". "Las contrarreloj siempre se me han dado bien, pero hace tiempo que no la trabajo. Espero tener pronto una "cabra" para preparar esa especialidad. Como soy de esfuerzos prolongados se me puede dar bien en el futuro, me gustan los sacrificios solitarios y agónicos , ir concentrado, más que ir a cambios de ritmo".


Elosegui empezó jugando al fútbol en categorías infantiles y cadetes, militó entre otros en el Somorrostro, pero la llamada del ciclismo tenía genes familiares de mucho peso. Su abuelo era Momeñe, cuarto en el Tour'66, en el que Raymond Poulidor, abuelo de Van der Poel, fue tercero. "Mi abuelo había sido ciclista y quise seguir sus pasos. Recuerdo que mis primeras salidas en bici fueron con él. Tuve claro lo de cambiar el balón por la bici.


La genética ciclista le permitió destacar desde categorías inferiores, fue campeón de España contrarreloj como cadete y poseedor de doce triunfos como juvenil, destacando una victoria en la Vuelta Internacional al Besaya. "Si hubiese sido futbolista ahora estaría en casa y buscando trabajo", sonríe el ciclista del Movistar.


Aunque se considera "muy friki" del ciclismo, aunque "cada vez menos porque no me da la vida", Elosegui siente atracción por el mundo de la comunicación. "Me gusta mucho hablar, escribir, leer, expresarme, relacionarme con la gente, soy curioso, hablo de todo y soy activo".


Su inquietud le empuja a mantener los estudios de administración de empresas, domina el inglés, ha estudiado por su cuenta alemán y es muy activo en las redes sociales.


De momento, el nieto de Momeñe disfruta en las carreteras de Dubai de la compañía y liderazgo de Alejandro Valverde, quien casi le dobla en edad. Una experiencia que trata de saborear cada segundo. "Convivir con Valverde es una pasada. Ya desde la concentración de Calpe vi cómo te trata con sencillez, como a uno más, con sus bromas y buen humor. Me ha sorprendido, y juntos al resto de compañeros, hace que te sientas muy agusto en el equipo."


Para ir despacio en la evolución del ciclista, Elosegui no hará ninguna prueba grande esta temporada, pero estará en todas las clásicas menos la Roubaix y Flandes.


 

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