Desde sus orígenes,
el Servicio de Actividades Deportivas de la Universidad de Sevilla se propuso diseñar un
programa de asistencia médica orientada a la mejora de la salud y el rendimiento, además de al seguimiento de lesiones deportivas de los
jugadores de la Hispalense.Miguel Fernández, Doctor en Fisiología del Ejercicio, especialista en medicina del Deporte y actual coordinador de la Unidad de Medicina del Deporte del SADUS, echa la vista atrás y habla de
la creación de este servicio hace más de 30 años. “El recién creado Servicio de Actividades Deportivas de la Universidad de Sevilla, e
n 1988 puso en marcha la UMD en el Pabellón de Uruguay, con la inestimable ayuda y conocimiento del Doctor Juan Ribas, catedrático de Fisiología. La Unidad, la formábamos Esperanza Marcos, Mario Martín, Laura Pascual y yo, entre otros licenciados en Medicina, realizando reconocimientos médicos y pruebas de aptitud física en una sala pequeña, con pocas máquinas biomédicas”, destaca.
No obstante, con el traslado al
Campus de Reina Mercedes, el grupo de médicos fue creciendo y no solo se consolidó como una unidad más potente, sino también, como un
servicio pionero en las universidades españolas, con posibilidad de realizar pruebas de esfuerzo y tratamientos de lesiones con un equipamiento más amplio, que posibilitaba
la buena formación de los becarios de Medicina y Fisioterapia y los trabajos de investigación clínica.
Así, desde el 2000, fecha que coincide con el traslado de la
Unidad de Medicina del Deporte al CDU Los Bermejales, el SADUS dio un salto al ofrecer
servicio a todos sus usuarios, en aspectos de prevención, mejora de la salud y asistencias de lesiones con Miguel Fernández y Laura Pascual al frente de la Unidad.
Esto ha permitido que cada año la
Unidad de Medicina atienda a más de 2.800 asistencias, la mayoría de estas, para tratamiento de recuperación física. Sin embargo, esto no sería posible en la actualidad sin la labor conjunta que desarrollan los tres médicos especialistas en Medicina del Deporte:
Miguel Fernández, Ana García y Ernestina del Corral, y los becarios de Ayudas de Formación de la US, que se preparan en el SADUS durante cada curso académico.