Aymar Navarro:"Una desgracia en la montaña se produce por un cúmulo de cosas"

Ordino (Andorra), 3 mar (EFE).- A sus 28 años, Aymar Navarro es un esquiador español que está inmerso en su cuarta temporada dentro del Freeride World Tour (FWT). Estos días, si el tiempo lo permite, competirá en Vallnord-Arcalís, en la tercera prueba del circuito.

El evento viene marcado por la terrible desgracia que ocurrió el pasado jueves, cuando un experto guía de montaña español perdió su vida al quedar atrapado por una avalancha cuando hacía la inspección previa del circuito.

P. Hay competición en los próximos días y se le ve con una bolsa de hielo en la rodilla, ¿cómo se encuentra?

R. Me gustaría estar en mejor momento, y más en esta prueba tan especial, pero el viernes pasado me rompí el ligamento lateral de la rodilla y este viernes es el primer día que he podido entrenar un poco. Pero espero que cuando llegue el día de la competición esté mejor y una vez me toque salir confío en que se me olvide el dolor y pueda competir al máximo.

P. La previa de la competición ha quedado salpicada por el accidente del jueves

R. Por desgracia estas cosas ocurren y ocurren demasiado. Se intentan evitar siempre, haciendo las cosas con la máxima responsabilidad posible, pero sí que es verdad que estamos en la montaña y siempre está ese riesgo. Por mucho que queramos entender la montaña siempre puede esconder alguna trampa. Yo conocía a Borja, estuve con él el día anterior, así que imagínese. Cuando ocurren este tipo de cosas, a gente además súper experimentada, siempre es por un cúmulo de cosas que no se pueden controlar.

P. ¿Pasa miedo?

R. No, si viviera con ese miedo a que puede pasar algo no estaría compitiendo aquí. Disfruto mucho de mi deporte, pero soy consciente de que hay que estar muy alerta y hay que ser muy consciente de dónde están los límites y saber que cuando las condiciones no están, pues no están.

P. Hablando ya de la competición, ¿qué objetivos se marca tanto para esta prueba de Andorra -cuando se dispute- como para el resto de la temporada?

R. Soy una persona que no le gusta demasiado marcarse objetivos. Trato de disfrutar del día a día. Aquí tengo ganas de hacerlo bien, pero como he dicho no llego en mi mejor momento por la lesión. Respecto a la temporada, las dos primeras pruebas -Canadá y Japón- las hice con el freno de mano echado, tratando de asegurar algunos puntos y así ahora poder ir más fuerte en las pruebas de Europa, que se adaptan mejor a mi forma de esquiar. Fueron bien las dos primeras ya que estoy de momento dentro del corte para estar en la final, así que, a ver qué tal a partir de ahora. Mientras se vaya retrasando la prueba para mí mejor.

P. ¿Esta prueba es especial?

R. La más especial e importante siempre es la última, la final en Verbier (Suiza), pero está claro que sí, que esta es muy importante para mí. Correr aquí en casa, con amigos, familia, en unas montañas muy conocidas para mí siempre es especial.

P. ¿Es consciente que para el deporte español usted es un pionero en el esquí de fuera de pista?

R. Yo pionero no me considero. Hay mucha gente detrás mío que han hecho cosas impresionantes. Es el caso de gente cerca a mí como David Sanabria o su hermano, que ellos sí que fueron pioneros de verdad. Yo he tenido la suerte de que todo me ha ido muy bien, aunque he trabajado siempre muy duro para ello, no ha venido solo. Y luego, pues está claro que es bonito y un orgullo cuando me paran los niños, sobre todo en Baqueira -Beret- y me cuentan que hacen o quieren hacer este deporte gracias a mi ejemplo.

P. Empezó en el esquí alpino, pero después se pasó al fuera de pista, ¿por qué?

R. Mi vida siempre ha sido la montaña. Empecé a esquiar con tres años y he estado toda mi vida haciéndolo. Creo que desde ese año hasta hoy no me he perdido ninguna temporada, por suerte. Con 17 años llegó un momento en el que estaba saturado del alpino, di el paso al fuera de pista y este me atrajo desde el segundo uno.

P. ¿Qué tiene de especial este deporte?

R. Es el computo de muchas cosas. El hecho de estar fuera del dominio esquiable por la gente te genera mucha adrenalina, eso es lo más especial. Y después a mí me gusta mucho el hecho de que soy yo quien se marca la bajada, al contrario que en el alpino, que se tiene marcado por donde hay que bajar. Aquí miras desde abajo, eliges tu líneas y la haces. Pero sobre todo es eso, la adrenalina. Es lo que más engancha.

P. ¿Y por qué cree que un deporte como el suyo tiene tan poco seguimiento en un país como España?

R. Al final es que la gente tampoco lo conoce. En los grandes informativos de los telediarios no hay espacio para casi nada. Es fútbol y después un minuto para todo lo demás, entonces si la gente no lo conoce no puede hablar de él. Es una pena porque yo creo que visualmente es muy atractivo. Aunque no sepas nada de la nieve, ves a una persona tirándose por una montaña como estas y es impresionante. Pero fíjese que incluso en el caso del snowbard cross, que es divertidísimo, ha tenido que llegar una victoria en la Copa del Mundo de Lucas (Eguibar) y la medalla olímpica de Regino (Hernández) para que se hable un poco de ello. Hasta el otro día nadie sabía nada de esto.

P. ¿Se ha notado un aumento de la popularidad de los deportes de invierno gracias a los Juegos?

R. Unos Juegos Olímpicos siempre ayudan, está claro. Gracias a ellos tenemos un poco de atención en esos medios de los que hablábamos antes.