ENTREVISTA ED | GIMNASIA ARTÍSTICA

Ana Pérez: "Tokio 2020 es el objetivo principal"

Ana Pérez: "Tokio 2020 es el objetivo principal"
La gimnasta sevillana Ana Pérez sigue cosechando éxitos tras haber dejado atrás su lesión de muñeca. - Elena Colorado
EFEEFE13 min lectura
Explosiva y autoexigente, a su corta edad Ana Pérez sólo piensa, según explica a ESTADIO, en participar en sus segundos JJ. OO., con buenas sensaciones tras su lesión de muñeca, mientras prepara competiciones decisivas del nivel del Mundial o la Copa del Mundo de París.

- ¿Cómo se encaja tener un palmarés tan amplio a su edad?
- Realmente creo que aún no termino de ser consciente de lo que he conseguido. Sobre todo lo de haber sido olímpica en Río. No obstante, los parones que he tenido que hacer a causa de la lesión de muñeca me han hecho reflexionar y aprender a valorarlo todo. Espero poder repetir en Tokio, pero realmente esa primera experiencia en unos Juegos Olímpicos ya no va a volver más y hay que tenerlo muy en cuenta. Es algo con lo que siempre soñé y por lo que siempre había luchado mucho, pero nunca pensé que podría llegar a lograrlo. Río es la experiencia que más me ha marcado, irá conmigo hasta el resto de mis días.

- Logró un bronce en el concurso general individualmente y otro en los Juegos de Tarragona a nivel de equipo. ¿Qué significaron?
- El bronce por equipos era un objetivo especial. Teníamos ganas de competir bien y dejar el nivel alto para demostrar que España es un país que vuelve a estar en la elite. En cuanto al bronce a nivel individual, fue la primera competición después de la lesión y no me había marcado el objetivo de conseguir una medalla. Sólo quería disfrutar de la competición y la vuelta porque habían sido unos meses duros en lo que había estado luchando por superar mi problema en la muñeca. Creo que hice una buena competición a nivel individual y grupal y aporté bastante al equipo.

- ¿Cuáles son sus puntos fuertes y débiles en los ejercicios?
- Mis puntos fuertes quizás son la rapidez y la explosividad, eso en gimnasia ayuda mucho porque puedes hacer los ejercicios con mayor agilidad. No obstante, me gustaría tener mayor seguridad en mí, para evitar el tener dudas a la hora de enfrentarme a cualquiera de los aparatos. Básicamente, porque es justo eso lo que puede hacerte fallar.

- ¿Qué aparato se le da mejor? ¿Y aquel que aún debe mejorar?
- Creo que, a la hora de competir, el aparato con el que me suelo sentir más cómoda es en salto y suelo, porque en ellos puedes controlar bastante mejor los nervios. En barras y paralelas, sobre todo en las primeras, las dudas y la falta de confianza pueden jugarte una mala pasada.

- ¿Se considera una deportista exigente? ¿Cree que es algo positivo o negativo?
- Sí, soy bastante exigente conmigo misma, y eso tiene su lado positivo y negativo. A la hora de entrenar es bueno exigirse y marcarse el objetivo de hacer las cosas bien porque eso te ayuda a crecer y mejorar, pero cuando compito quizás me paso de exigente porque quiero hacerlo todo perfecto. Quizás eso hace que aumenten las inseguridades en mi interior porque empiezas a plantearte qué podría pasar si no lo haces bien o si te caes y tu cabeza se llena de dudas, eso no ayuda nada mientras compites.

- ¿Cómo fue su experiencia en el Europeo de Glasgow?
- Queríamos competir bien porque veníamos con la energía positiva tras haber hecho un buen papel en los Juegos del Mediterráneo, de haber competido en el Campeonato de España bastante bien y de habernos preparado con mucha ilusión y dureza. Quisimos dar lo mejor de nosotras mismas y lo logramos. En la final estuvimos muy bien al principio, con mucha fuerza, y en las dos últimas rotaciones tuvimos algunos fallos que nos hicieron terminar séptimas. A mí se me quedó un sabor agridulce, queríamos disfrutar, pero pasar en el último aparato de una cuarta posición a una séptima es duro.

- ¿Cómo valora el hecho de ser considerada la mejor del equipo?
- Prefiero no pensarlo mucho, sino trabajar y tratar de mejorar cada día. Creo que esa es la clave, no conformarte nunca, perfeccionar esos pequeños detalles que marcan la diferencia y no dejar de aprender cosas nuevas. No me gusta pensar si soy o no la mejor porque al final eso es una presión añadida que a mí personalmente no me funciona. Me viene mejor ir a lo mío y meterme en mi burbuja. Si algo no me sale, pedir consejo al entrenador y luchar hasta conseguirlo, olvidándome de lo que piense el resto. Estar pendiente del entorno es un ‘come come’ que a mí no me beneficia en absoluto. Habrá gimnastas a quien les funcione pensar que son las mejores, porque al final es un chute de positividad y confianza, pero yo prefiero centrarme en mí misma porque ser o no la mejor consiste simplemente en trabajar, nunca conformarte y tratar de mejorar.

- ¿Está centrada ya en Tokio 2020?
- Tokio lo empezamos a preparar desde el momento en que Río terminó. Ahora, con más razón dado el poco tiempo que resta, lo estamos preparando concienzudamente, tratando de sacar el mayor jugo a todo lo que hacemos. Primero tenemos el Mundial clasificatorio, tenemos que pasar el primer corte. Para mí Tokio es un evento superimportante, es por lo que llevo trabajando cuatro años. Yo creo que es el objetivo principal de cualquier deportista de elite llegar a unas Olimpiadas, yo en mi caso repito, imagínate. Tengo muchas ganas e ilusión, estoy supercentrada y motivada y quiero disfrutar de nuevo la experiencia al máximo. Espero competir lo mejor posible y, puestos a soñar, llegar a alguna final. De medallas no hablo, porque es muy complicado, pero soñar es gratis.

- ¿Por qué metas lucha este año?
- A finales de septiembre tengo una Copa del Mundo en París, ahí el objetivo es conseguir llegar a la final y competir lo mejor posible, como en cada cita, y, por supuesto, alcanzar la máxima seguridad. La de París es de preparación para el Mundial, así que trataré de tener las cosas lo más claras posibles y llegar muy centrada. En el Mundial trataré de pasar el corte a nivel de equipo y a nivel individual, conseguir la final estaría genial. El año pasado ya conseguí meterme en la final del concurso general y la verdad es que me gustaría repetir. Además, si todo va bien, lograr una final en aparato estaría muy bien; sueño con ello de hecho.

- ¿Tiene alguna dieta o rutina específica para tan alta exigencia?
- El día a día en sí es una rutina. Te levantas, desayunas, entrenas, comes, descansas, vuelves a entrenar, cenas, descansas... y cuando hay colegio, igual, pero tienes que estudiar entre medias. A nivel de alimentación, sí que me gusta cuidarme bastante. Antes también solía hacerlo, pero no tan seriamente como ahora. A raíz de la lesión de muñeca me di cuenta de que debía hacerlo si realmente quería recuperarme y volver a estar al máximo nivel porque el lesionarte y parar implica coger peso y eso no es nada beneficioso para la muñeca. Ahora cuido bastante lo que como para alcanzar mi punto óptimo de rendimiento y no perder facultades.

- ¿Es complicado compaginar la gimnasia con los estudios?
- Sinceramente, sí. Llegas muy cansada y lo último que te apetece es tener que estudiar y madrugar al día siguiente para ir al colegio. Cuando vuelvo a casa me apetece tumbarme un rato en la cama o despertarme al menos a las nueve y media al día siguiente, pero al final es lo que toca. No podemos vivir de la gimnasia, desgraciadamente, por ello debemos estudiar para poder dedicarnos a algo una vez que abandonemos la gimnasia profesionalmente.

- ¿Ha superado su problema en la muñeca? ¿Le ha perdido el miedo a los apoyos?
- La muñeca cada día está mejor, aunque aún me molesta un poco al hacer según qué ejercicios. Yo creo que el miedo siempre va a estar ahí, lo que puedes hacer es aprender a vivir con ello. Poco a poco va mejorando y voy teniendo mejores sensaciones, pero es una recuperación a largo plazo.

- ¿Cree que la gimnasia está lo suficientemente reconocida?
- No. Poco a poco se le va dando una mayor visibilidad, pero creo que la gente no alcanza a comprender lo duro y sacrificado que es. Considero que no es un deporte reconocido y es una pena porque hay muchos deportes que exigen menos horas de entrenamiento, pero que tienen mayor repercusión.

- ¿Ha notado un cambio en la valoración de la mujer deportista desde sus inicios?
- Creo que los resultados en las competiciones femeninas ayudan a que el papel de la mujer en el deporte gane en importancia. Voy notando que te llaman de más medios de comunicación para hacerte entrevistas, o te prestan en líneas generales una mayor atención y te brindan reconocimiento. Poco a poco vamos consiguiendo que se nos empiece a considerar con el mismo valor que a los deportistas masculinos.

- ¿Tiene algún referente en el mundo de la gimnasia?
- Cuando era pequeña me fijaba en las gimnastas que por aquel entonces entrenaban en el CAR y en la selección, al igual que ahora harán las pequeñas con todas las gimnastas que formamos parte del equipo español.

- ¿Tiene alguna anécdota con alguna admiradora?
- (Risas) Sí, en el Campeonato de España al terminar la competición y la entrega de premios vinieron a hacerme una entrevista para la tele y en mitad de la conversación con el periodista se coló una pequeñaja a pedirme que le firmase un autógrafo.

- ¿Qué cree que le ha aportado este deporte?
- La gimnasia me ha aportado madurez, principalmente. Irte de tu casa a los 16 años, tener que levantarte sola para ir a clase, ponerte a estudiar sin que tus padres vayan detrás de ti... También me ha enseñado a superar los obstáculos y reponerme ante los problemas. Asimismo, me ha transmitido muchos valores, el principal, compañerismo. La gimnasia es un deporte que te da muchísimo.
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