Estadio Deportivo4 min lecturaLeón, 25 jun (EFE).- El pivote polaco Mateusz Piechowski, de 25 años y 2.10 metros, tuvo pocas dudas en aceptar el ofrecimiento del técnico del Ademar, Manolo Cadenas, que ya le había tenido como jugador en el Wisla Plock, para formar parte de un equipo que considera "joven pero hambriento", ha explicado este jueves a Efe.
Comprometido por una temporada, con opción a una segunda, llega avalado por el propio entrenador que, además de haberle descubierto en su etapa al frente del conjunto polaco, ya pensó en él también la pasada temporada cuando valoró volver a esta competición al frente del Azoty Pulawy.
De hecho, el jugador internacional con la selección B de Polonia reconoce que Manolo Cadenas ocupa "la mayor parte de haber tomado esta decisión", junto a la propia ciudad que respira balonmano y que conoció en una visita en Liga de Campeones con su anterior equipo.
Piechowski tiene como objetivo probarse en diferentes ligas y, en su opinión, es el mejor momento para hacerlo, especialmente con un gran equipo y entrenador".
De su visita a León recuerda haber visto a un equipo "fuerte, no como individualidades, sino como bloque y esa, sin duda, es su gran fortaleza".
Cadenas contactó con él hace cuatro meses, según ha reconocido a Efe, para preguntarle si quería jugar con él y para el Ademar. "Como siempre, respondí ¡sí! sin dudarlo, porque nos conocemos y sabemos lo que puedo dar de mí", ha señalado.
De la etapa de Cadenas al frente del Wisla Plock, entre 2013 y 2016, recuerda a "una persona increíble que formó una gran familia a su alrededor y al que le gustan los jugadores luchadores, porque si pierdes pero peleas como un animal, eres ya un ganador", resume la filosofía del que volverá a ser su entrenador.
Su incorporación al primer equipo, con tan solo 18 años, le llegó a través de una convocatoria en un correo electrónico remitido por Cadenas cuando él formaba parte del filial y actuaba, no como pivote, sino en la posición de lateral izquierdo.
"Me invitó a hacer la preparación con la primera plantilla y no sabía qué esperar, pero después de la primera conversación con él, supe que tenía que trabajar duro, dar lo mejor de mí en cada entrenamiento para que él pudiera confiar en mí", comenta.
Fue el propio técnico ademarista el que le buscó una nueva ubicación en el pivote, algo que el jugador vio "difícil" en un principio por la necesaria adaptación al puesto con el que ahora, reconoce, "estar enamorado de las peleas junto en la línea de seis metros".
Dos graves lesiones, luxación en el hombro y rotura del ligamento cruzado de la rodilla, condicionaron la progresión de un nuevo diamante al que pretende pulir Cadenas para que acompañe en la posición a otras dos "torres" como Rubén Marchán y el estadounidense Drew Donlin, que continuarán de la última temporada.
El nuevo pivote del Ademar, que confía en poder encontrarse en la nueva Liga Europea con su exequipo, también tiene, como otra aspiración "intentar ser parte importante del equipo nacional, pero eso es algo que no podré lograr si demuestro ser un gran jugador en Ademar", ha resumido.
Fernando Pérez Soto