Estadio Deportivo5 min lecturaMérida, 28 nov (EFE).- Juan de Dios Román era de esos extremeños que amaba su tierra allá donde estuviera. Un hombre cercano, capaz de transmitir un halo de sosiego e irradiar energía a la vez. De sus éxitos deportivos, solo hablaba si le preguntaban por ellos; de su tierra, siempre, aunque nadie se lo pidiera.
Al emeritense Juan de Dios Román, que este sábado falleció a los 77 años, era habitual verlo por su ciudad natal cuando venía a visitar a su familia. Le gustaba desayunar en la cafetería Arcade, en la Plaza de España, donde compartía diálogos de balonmano si alguien sacaba el tema, pero nunca hablaba de sus éxitos.
"Señor Román, ¿un desayuno?", le preguntaba Miguel cuando Juan de Dios entraba al bar. "Manchado y una tostada de mantequilla", respondía. Si nadie le saludaba, situación extraña, leía la prensa deportiva y los periódicos extremeños.
"Gracias, gracias", se limitaba a responder a quien le felicitaba por su tan extensa trayectoria. Sin embargo, si la conversación se derivaba hacia la escasa presencia del balonmano extremeño en competiciones de élite, bajaba la mirada. "Algún día, algún día, será", decía con una esperanza algo alejada del convencimiento.
Cursó sus estudios medios en el Instituto Santa Eulalia de Mérida y con 16 años se trasladó a Madrid para estudiar Magisterio y licenciarse en Ciencias del Deporte y Filosofía y Letras en la Universidad Complutense.
Su amplio currículum deportivo le sitúa como el extremeño que ha participado en más Juegos Olímpicos, pues a su presencia como entrenador de la selección absoluta masculina de balonmano en los de Los Ángeles (1984), Seúl (1988), Atlanta (1996) y Sydney (2000) se suma la de Londres (2012) como presidente de la Real Federación Española de Balonmano.
En su tierra recogió la Medalla de Extremadura (2010), la Medalla de Oro de la Federación Extremeña de Balonmano (2005), la del Mérito Deportivo "Hernando de Soto de Badajoz (1986) y el Premio al Mérito Deportivo de la Junta de Extremadura (1996), y fue elegido Hijo Predilecto de Mérida (2001).
Cuando conoció la concesión de la Medalla de Extremadura, la más alta distinción de esta comunidad autónoma, Juan de Dios Román afirmó sentirse orgulloso de tal galardón y dijo que la pondría en su corazón.
Siempre orgulloso de la bandera de Extremadura y de mostrarla por todos los países en los que ha estado. De hecho, Extremadura patrocinó a la federación nacional y la imagen de la cigüeña extremeña estaba en la camiseta oficial.
Su colaboración en actos, cursos, conferencias y seminarios organizados por clubes e instituciones de Extremadura siempre muy intensa. A modo de ejemplo, en junio de 1998, el extremeño asistió como padrino a la imposición de becas e insignias a la primera promoción de la Facultad de Ciencias del Deporte.
También como entrenador, Juan de Dios estuvo en Extremadura en partidos disputados por el equipo nacional, como en enero de 2010, cuando el pabellón de la Granadilla, en Badajoz, acogió el XXXV Torneo Internacional de España de Balonmano "IX Memorial Domingo Bárcenas", con la participación de las selecciones de España, Rumanía, Brasil y Suiza.
Sus últimas distinciones fueron elevadas por la Universidad de Extremadura, que en octubre de 2019 lo nombró doctor honoris causa, y por el Grupo Empresarial ROS, que ese mismo año reconoció su labor y su trayectoria humana con uno de los galardones.
Román Seco, que tiene una calle dedicada con su nombre en su ciudad natal, era presidente de honor del Club Deportivo Josefinas de Mérida, a cuyas jugadoras repartió en 2018 casi medio centenar de entradas para que asistieran a la Copa del Rey disputada en Madrid.
Alberto Santacruz