INDUSTRIA DEL DEPORTE BALONMANO

La pandemia castiga las cuentas de la ASOBAL

La pandemia castiga las cuentas de la ASOBAL
La pandemia castiga las cuentas de la ASOBAL
Estadio DeportivoEstadio Deportivo 6 min lectura

Cuando el balonmano español parecía comenzar a estabilizarse tras la grave crisis económica que le ha azotado en los últimos años, el coronavirus ha vuelto a golpear las cuentas de los clubes españoles.

Una circunstancia que llevó el pasado 31 de diciembre a la Asociación de Clubes (ASOBAL) a solicitar a las administraciones públicas y autoridades deportivas un "plan de rescate" ante el escenario "económicamente inviable" que ha provocado la pandemia.


"No sé si la palabra rescate es la más adecuada, pero o se involucran las administraciones públicas a través del Consejo Superior de Deportes o de la Federación Española o vamos a tener muchos problemas la temporada que viene para que la Liga ASOBAL se siga manteniendo en las mismas condiciones que ésta", señaló el presidente del Recoletas Atlético Valladolid, Mario Arranz, en declaraciones a EFE.


Los efectos del coronavirus, en especial, la ausencia de público en las gradas, han propiciado una abrupta disminución de los ingresos de los clubes, que la ASOBAL estima en unos 3 millones de euros, lo que supone una reducción media del 25 por ciento de los ingresos.


"Nosotros somos uno de los clubes más afectados, porque somos uno de los clubes que más aficionados tenía en el pabellón. El impacto está sobre un 20 o un 25 por ciento con relación al presupuesto del año anterior. En cifras absolutas estamos hablando de entre 130.000 y 150.000 euros de rebaja en los ingresos", explicó Arranz.


Unas cifras que vienen provocadas principalmente por la disminución del número de abonados, que en el caso del conjunto vallisoletano ha pasado de los 1.650 que contaba en la campaña 2019/20 a los 1.000 que suma este curso, un 40 por ciento menos.


"Ese impacto se ve incrementado por el compromiso que adquirimos con nuestra afición de devolverles la parte proporcional de los partidos que no pudieron ver el pasado año cuando se suspendió la temporada, por lo cual hemos tenido un doble impacto, una bajada en el número de abonados y la aminoración de los ingresos por la compensación de la pasada temporada", indicó Arranz.


Merma económica que se verá agravada a la conclusión de la presente campaña, tras la decisión del club "pucelano" de devolver a los abonados la parte proporcional de la cuota correspondiente a los partidos que no han podido disfrutar, como consecuencia de la obligación de jugarlos a puerta cerrada.


"Con eso queríamos favorecer que la gente se animase a abonarse y eso nos ayudó a tener más abonados, pero nos va a tocar devolver. Ya son seis partidos sin público, por lo que el impacto va creciendo y creciendo", afirmó el presidente del Recoletas Atlético Valladolid.


Y es que la progresiva limitación de la asistencia de público, hasta llegar a la ausencia total de espectadores en casi todos los pabellones ha supuesto un duro golpe a las cuentas de los clubes.


"Nosotros ya contemplábamos en el presupuesto una bajada importante de los ingresos, pero no pensábamos que no hubiera público, pensábamos que, aunque en menor número, público iba a haber", reconoció Arranz.


En este sentido, el dirigente se cuestionó las diferencias existentes entre los acontecimientos culturales, donde se permite un aforo limitado de espectadores, y los acontecimientos deportivos, que se disputan a puerta cerrada.


"Aquí ya entramos en otras disquisiciones, por qué yo aquí en Castilla y León puedo ir al teatro y no puedo ir al balonmano. Si al menos hubiéramos podido tener público, en lugar de esos 150.000 euros, a lo mejor estábamos hablando de 100.000, entonces el impacto sería más asumible"


Una disminución de ingresos que, como reconoció el presidente del Recoletas Atlético Valladolid, dificultará notablemente a muchos clubes concluir la temporada con todos sus pagos al corriente.


"Por lo que están poniendo sobre la mesa algunos presidentes, hay clubes que van a tener dificultades para terminar la temporada al día", advirtió Arranz.


Circunstancia que impulsó a la ASOBAL a emitir el comunicado en el que solicitaba la implementación de líneas de ayuda a los clubes, tal y como ha ocurrido en otros países de nuestro entorno.


"Lo que defendíamos con ese comunicado y mirando un poco a los países más cercanos y similares a nosotros como Francia, Alemania, Reino Unido o Italia, todos han establecido líneas de ayuda de una cuantía u otra, con unas características u otras a los clubes de elite y aquí en España no", aseguró el presidente del club vallisoletano.


Una posible solución a los problemas económicos derivados de la pandemia de coronavirus, que obligarán "volver a reinventarse" a un balonmano español que todavía no había acabado de recuperarse plenamente de la anterior crisis económica.


"El balonmano era ya un deporte muy golpeado, porque la crisis del ladrillo la vivió muy de cerca y ahora que parecía que los clubes estábamos empezando a coger aire y el nivel de la Liga ASOBAL iba creciendo poquito a poquito, llega esto y nos tenemos que volver a inventar de nuevo", concluyó Arranz.


Javier Villanueva

Unete a nuestro canal de Whatsapp Únete a nuestro canal de Telegram