Estadio Deportivo8 min lecturaMadrid, 5 mar (EFE).- El Barça cumplió con el guión y selló, aunque con muchos más apuros de los esperados, su clasificación para las semifinales de la Copa del Rey, en las que se medirá con el Fraikin Granollers, tras imponerse este viernes por 28-24 al BM Logroño La Rioja, que hasta los últimos minutos soñó con poder dar la sorpresa.
Pero la variedad y amplitud de recursos del conjunto azulgrana acabó con el sueño de los de Miguel Ángel Velasco, el equipo que más ha exigido al todopoderoso Barcelona en una competición nacional en los tres últimos años.
De hecho, desde que el Fraikin Granollers propiciase en abril de 2018 la única derrota (28-29) del Barcelona en los últimos años en cualquier competición doméstica, nadie había estado tan cerca, como lo estuvo este viernes el BM. Logroño La Rioja de sorprender a los de Xavi Pascual.
Y es que desde el principio se les atragantó el encuentro a los azulgranas, empeñados en fallar más lanzamientos de los habituales, un equipo que gasta fama de casi infalible.
Pero si al Barcelona le costó ajustar el punto de mira, donde no tuvo ninguna duda fue en defensa, empezando por el portero danés Kevin Moller, que en los primeros cinco minutos de juego ya acumulaba tres intervenciones.
Moller no estaba dispuesto de conceder ningún tipo de oportunidad a la sorpresa, como tampoco el brasileño Thiagus Petrus, que este viernes volvió a ofrecer una exhibición de intensidad e inteligencia defensiva.
Con la defensa azulgrana a pleno rendimiento el marcador pasó en apenas un abrir y cerrar de ojos de 1-1 que figuraba a los cinco minutos al claro 5-1 que señalaba en el minuto diez.
Un acelerón que parecía dar inicio a la escapada definitiva de los azulgrana, pero, sin embargo, en esta ocasión los azulgrana no fueron la máquina que acostumbran.
Ya fuera por la certeza en el triunfo final o por el encuentro de la Liga de Campeones que disputaron el pasado miércoles ante el HC Motor ucraniano, lo cierto es que el Barça no fue este viernes ese equipo que nunca baja lo más mínimo su intensidad.
Una circunstancia que no desaprovechó el Naturhouse, que parecía haber sacado ya la bandera blanca, para volver a meterse de nuevo en el partido (8-7) con un parcial de 3-7, en el que jugó un papel fundamental el pivote Tomás Moreira, autor de tres dianas.
La remontada pareció hacer reaccionar a un Barcelona necesitado de un estímulo para enseñar su mejor versión, como demostró con el nuevo acelerón que dio en el marcador, tras el intento de remontada del equipo riojano.
De la mano del esloveno Blaz Janc, hoy instalado exclusivamente en el extremo, el conjunto azulgrana volvió a dispararse en el tanteador (13-8) a falta de cinco minutos para la conclusión de la primera mitad.
Pero ni aún así se rindió el BM Logroño La Rioja, que, libre de presión, dado el claro favoritismo del conjunto catalán, jugó totalmente liberado.
En especial el lateral caboverdiano Delcio Pina, que se destapó como un nada despreciable cañonero, que no sólo permitieron a los riojanos llegar con vida al descanso (14-11), sino soñar con la proeza en el inicio de la segunda mitad.
Toda una auténtica utopía antes de empezar el partido, que pareció poder hacerse realidad ante el empeño del Barcelona en errar claros lanzamientos, como los dos lanzamientos de penalti que desperdiciaron los de Xavi Pascual en el inicio del segundo período.
Fallos, o mejor dicho dos paradas del portero Jorge Pérez, que permitieron al BM Logroño volver a reducir su desventaja a la mínima expresión (15-14).
Claro reflejo del mal partido ofensivo de los azulgrana, un equipo que promedia más de 40 goles por partido en el campeonato liguero y que hoy cumplidos los primeros quince minutos de segundo tiempo tan sólo había anotado cuatro tantos en toda la segunda mitad.
Y no fue por un mal juego de los azulgranas, sino por los bajísimos porcentajes de sus jugadores, especialmente de los de primera línea, como evidenciaron los tan sólo tres tantos que logró en el partido Dika Mem o las cero dianas con las que cerró el choque el islandés Aron Palmarsson.
Pero nunca perdió la delantera en el marcador un conjunto azulgrana que, falto de los goles de sus jugadores de primera línea, encontró en la efectividad de sus extremos y pivotes el camino para doblegar definitivamente la resistencia del cuadro logroñés.
En especial el internacional Aleix Gómez que con sus siete goles en la segunda parte permitió al Barcelona entrar a los últimos cinco minutos de juego con una renta de cuatro tantos (24-20), que aseguraba prácticamente el triunfo al Barcelona.
Pero los de Miguel Ángel Velasco querían apurar al máximo sus opciones, un sueño con el que se encargó de acabar otro extremo, Aitor Ariño, que con un robo y gol (26-22) a poco más de dos minutos para el final acabó con cualquier posibilidad de que el BM Logroño lograse la gesta.
- Ficha técnica:
28 - Barça: Moller; Janc (4), Mem (2), Fabregas (4), Petrus (-), Palmarsson (-) y Cindric (5) -equipo inicial- Perez de Vargas (ps), Entrerríos (1), Sorhaindo (-), Dolenec (-), Ariño (1), Aleix Gómez (8, 3p), Alex Pacual (2), Langaro (1) y Frade (-)
24 - BM Logroño La Rioja: Rangel Luan; Hackbarth (-), David Cadarso (1), Casado (3, 1p), Serradilla (1) y Dorado (2, 1p) -equipo inicial- Jorge Pérez (ps), Sánchez-Migallón (1), Delcio Pina (6), Balenciaga (2), Goñi (-), Moreira (6), Ortiz (1) y Eduardo Cadarso (1p)
Marcador cada cinco minutos: 1-1, 5-1, 8-4, 10-7, 13-8 y 14-11 (Descanso); 15-12, 16-14, 18-15, 20-18, 24-20 y 28-24 (Final)
Árbitros: Raluy y Sabroso. Excluyeron dos minutos a Fabregas por el Barça; y a Hackbarth por el BM Logroño La Rioja.
Incidencias: Encuentro de cuartos de final de la Copa del Rey de balonmano disputado en el WiZink Center de Madrid ante unos trescientos espectadores. Javier Villanueva