Estadio Deportivo2 min lecturaMálaga (España), 10 nov (EFE).- Las 16.000 localidades de invitación para presenciar el entrenamiento de la selección española se agotaron y el ambiente fue magnífico en la última sesión de la Roja antes de medirse a Costa Rica en La Rosaleda, donde el ídolo local, Isco Alarcón, se dio un baño de masas.
La selección española terminó de preparar el primero de los dos amistosos con los que ya pone la vista en el Mundial de Rusia, el que disputará ante Costa Rica, con una sesión suave, marcada por la presencia del balón en rondos, ejercicios de toque y presión y un partidillo a mitad de campo en el que el seleccionador Julen Lopetegui dejó ver una idea sobre el posible equipo titular.
Todo apunta a que el estreno de Luis Alberto Romero en la absoluta será de titular. Así lo probó Lopetegui, en un ataque que integró con Vitolo y Rodrigo Moreno, que sería el 9 por delante de Álvaro Morata, que se entrenó con normalidad pero arrastra ligeras molestias en un tobillo.
El centro de atención en esta ocasión no fue Gerard Piqué, para el que por momentos hubo algún silbido que rápidamente fue silenciado por ovaciones y cánticos a su favor. El ambiente de fiesta se centró en el ídolo local, Isco, que recibió el cariño de sus paisanos y terminó el entrenamiento con un momento especial, sacando al césped a su hijo.
El partido no lo completó Pepe Reina, que realizó trabajo específico recién recuperado de sus problemas de espalda, y David de Gea y Kepa, que tiene opciones de jugar unos minutos ante Costa Rica y debutar, ocuparon las porterías.
Odriozola, Piqué, Ramos y Jordi Alba formaron la defensa del equipo que se perfila como titular, en el que el centro del campo fue para Busquets, Iniesta e Isco y al ataque para Luis Alberto, Vitolo y Rodrigo.