Estadio Deportivo6 min lecturaMontevideo, 10 nov (EFE).-El seleccionador del equipo femenino de Uruguay sub'17, Ariel Longo, aseguró en a Efe que si su equipo gana un partido del Mundial, que a partir del martes 13 se jugará en el país austral, harán "historia" y que si ganan dos "todo uruguayo se ilusiona".
"Los objetivos son muy claros, siempre hay que superar lo anterior. Uruguay tuvo solamente una participación en un Mundial sub'17, en Azerbaiyán (en el que no ganó ningún partido), y como primer objetivo nosotros ganando un partido hacemos historia, si ganamos un partido en la serie somos capaces de ganar dos, y si ganamos dos todo uruguayo se ilusiona", destacó.
El cuadro charrúa debutará el próximo martes 13 ante Ghana y se medirán en la primera fase contra Nueva Zelanda y Finlandia en busca de una de las dos primeras posiciones del Grupo A que dan acceso a disputar los cuartos de final.
El entrenador confesó que está viviendo los días previos a este Mundial con "responsabilidad" en primera instancia, combinada con "ansiedad" y la "intensidad" con la que "se transmite todo dentro de un campo de juego cuando se juega con Uruguay".
De su equipo destaca la "solidaridad" en el juego y la "técnica" de sus jugadoras, a las que atribuye "un cariño por la pelota y amor por el fútbol" a pesar de su corta edad, comprendida entre los 14 y los 17 años, lo que hace que Longo deba combinar lo futbolístico con elementos pedagógicos.
"Uno es un docente, a pesar de ser entrenador profesional tiene que ser también un docente y eso es un trabajo que hemos hecho muy suavemente para que ellas puedan manejar tanto las ansiedades como las responsabilidades que tienen y también el manejo del plantel", manifestó.
Sin embargo, el técnico no rehuye la responsabilidad que recae sobre sus jugadoras, ya que "a pesar de ser la selección menor del país" tienen la "responsabilidad de decir: 'El fútbol de mujeres es este en Uruguay'".
De cara al torneo pretende avanzar "partido a partido", sabiendo que "la preparación fue buena", aunque el hecho de que "no exista mucha información sobre los rivales" dificulte su labor para una cita en la que no ve un claro favorito.
"Nosotros por ejemplo jugamos contra Japón en agosto, que es la vicecampeona mundial, y nosotros les ganamos, así que si vamos a basarnos en ese partido capaz que decimos que estamos en la final, pero las realidades se ven en la cancha", aseguró.
Longo acumula más de dos años en su puesto de seleccionador, lo que lo convierte en un referente del fútbol femenino, para el que vaticina un mayor seguimiento tras el Mundial.
"Considero que una vez transcurrido el Mundial va a ser una explosión del fútbol para las mujeres, un lugar que merecían haberlo tenido bastante antes pero las cosas son así. Generalmente en el fútbol es primero ganar y después te postulas", declaró el técnico de 65 años.
Según Longo, el fútbol femenino ha tardado en despegar debido a que se ha proyectado un estereotipo de que no es tan atractivo como la modalidad masculina, lo que provoca que "mucha gente va predispuesta a ver un partido aburrido", aunque confía en poder revertir esta imagen.
"Estas chicas tienen una cosa importante, que te paran la pelota de pecho, te tiran un caño y te hacen una chilena, entonces el objetivo más grande que tiene esta selección es que la vean", concluyó.
El Mundial Femenino Sub'17 vivirá en Uruguay su sexta edición marcada por el dominio de los cuadros asiáticos, que han conquistado cuatro de los cinco títulos disputados de la mano de Corea del Norte (2), Japón (1) y Corea del Sur (1), un fútbol que Longo conoce bien gracias a su periplo de dos años en China.
"Yo estuve dos años en China, en 1997 y 1998, donde compartimos el complejo con la selección china, que tenía un entrenamiento muy duro, muy dinámico. Generalmente en los países que no tienen mucha trascendencia en el fútbol masculino como que se aferran a lo femenino para poder tener alguna oportunidad de figurar", explicó en alusión al buen momento del fútbol femenino en Asia.
Longo cuenta con una dilatada trayectoria profesional que lo ha mantenido durante más de 30 años en banquillos de Uruguay, China, Guatemala y Honduras, aunque asegura que todavía le quedan más años para seguir ejerciendo su profesión.
"El que es entrenador nunca se jubila, siempre está a la expectativa de poder seguir en lo que nosotros llamamos el pizarrón verde", aseguró.