FÚTBOL ATLÉTICO MADRID

El último límite de Simeone

El último límite de Simeone
El último límite de Simeone
Estadio DeportivoEstadio Deportivo 9 min lectura

"Del segundo no se acuerda nadie; perder dos finales es un fracaso", rotundo, dolido, desfigurado, Diego Simeone compareció el 28 de mayo de 2016 en la sala de prensa anexa al estadio de San Siro de Milán, instantes después de la derrota en los penaltis frente al Real Madrid en la final de la Liga de Campeones, sin consuelo posible; cuatro años después, vuelve a insistir en la máxima competición europea, el único título que le falta.

En sus ocho años y medio al frente del Atlético ha conquistado una Liga (2013-14), por delante del Barcelona y el Real Madrid, con todo el mérito que conlleva tal hecho, porque nadie más lo ha logrado en la última década; una Copa del Rey (2013-14); una Supercopa de España (2014); dos de Europa (2012, con aquella exhibición formidable contra el Chelsea, y 2018, con el 2-4 al Real Madrid en Letonia); y dos Ligas Europa (2012 y 2018). Siete títulos. Más que ningún otro técnico rojiblanco en toda la historia.


También ha conseguido un Torneo Apertura, con el Estudiantes de La Plata en 2006, y un Clausura, con River Plate en 2008, en Argentina, como entrenador. Y una Liga y una Copa del Rey, ambas en 1995-96, como centrocampista del Atlético; una Serie A, una Copa, una Supercopa de Italia y otra de Europa con el Lazio; y una Copa de la UEFA en 1998 con el Inter. Aparte, como internacional argentino, ganó dos Copas América.


Ha transformado al Atlético desde el banquillo. Cuando llegó como recurso de urgencia en diciembre de 2011, la crisis era indudable en el equipo, apartado de la Copa del Rey por un Segunda B, el Albacete, y más cerca de la zona baja que de Europa. Era un club que aún rebuscaba su sitio en la Liga. La historia decía que era la tercera posición, pero la realidad de entonces le relegaba a lugares intrascendentes de la tabla.


Lo ha clasificado para la Liga de Campeones durante ocho temporadas consecutivas. No es un dato menor. Porque nada más lo han logrado siete conjuntos más en todo este periodo de 2013-14 hasta la actualidad, contando la próxima campaña: el Real Madrid, el Barcelona, el Bayern Múnich, el Manchester City, el Juventus, el París Saint Germain y, a expensas de la próxima previa, quizá el Benfica. Nadie más.


Y ha multiplicado el presupuesto del Atlético con tales méritos deportivos: la previsión de ingresos de la entidad madrileña ha crecido en un 297 por ciento con él como técnico. De los 129,8 millones de euros de 2011-12 a los 515 de este ejercicio. En el global de la siete participaciones hasta ahora en la Champions, ha acumulado 419,8 millones de euros de ingresos... Pero falta la esencia de todo, la culminación a todo ese proceso; el título de los títulos, el más preciado de todo el fútbol actual.


Es el desafío pendiente. Suyo y del Atlético de Madrid, al que también le queda nada más la copa de campeón de Europa por sumar a su palmarés, dentro de una historia que enfatiza la crueldad de las derrotas sufridas por el técnico y/o el conjunto rojiblanco; a un minuto dos veces de ser el mejor del continente -en 2014 en Lisboa y en 1974 en Bruselas- y a dos penaltis, el que debía marcar él y fallar su adversario, en una, en San Siro en 2016.


DE SCHWARZENBECK A LOS PENALTIS DE SAN SIRO


El Bayern Múnich y Georg Schwarzenbeck frustraron hace 46 años a un equipo sensacional, repleto de jugadores que hoy son leyendas absolutas de la historia del club: Luis Aragonés, Adelardo Rodríguez, José Eulogio Gárate, José Luis Capón, Ramón 'Cacho' Heredia, Javier Irureta, Francisco Melo, Armando Ufarte, Ignacio Salcedo, Alberto, Miguel Reina...


Del 1-1 en el último minuto de la prórroga al demoledor desempate del día siguiente (4-0), sin opción para el conjunto rojiblanco, que no volvió ahí hasta la llegada de Simeone a su banquillo para sentirse incluso más cerca que entonces, pero también sin la gloria del vencedor.


En 2014, porque Sergio Ramos marcó la igualada al borde del final y provocó una prórroga que más bien fue un castigo para un Atlético exhausto, consciente de que el 1-1 no había sólo el empate sino la condena invariable a la derrota. Y en 2016, superado en el primer tiempo por el Real Madrid, con el 1-0 de Sergio Ramos, y rehecho en el segundo, aunque incluso falló Antoine Griezmann un penalti antes del 1-1 de Yannick Carrasco, porque no fue tan certero en la tanda de penas máximas.


Hay matices en ambas desilusiones hasta esos momentos transcendentales, debates del cómo y el por qué de algunas decisiones del técnico, de algún cambio o la duda de por qué el Atlético no se fue definitivamente a por el partido, por ejemplo, en San Siro cuando consiguió el empate, pero todo condicionado por la cuestión más esencial de todas, que no admite discusiones: el resultado. Y el equipo rojiblanco perdió las dos.


39 VICTORIAS, 16 EMPATES Y 15 DERROTAS EN LA CHAMPIONS EN LA ERA SIMEONE


Pero mantiene su insistencia. Desde Lisboa en 2014 y aún más desde Milán en 2016, la Liga de Campeones es la ambición más fuerte del Atlético. Y de Simeone. El tránsito no ha sido fácil hasta la final a ocho de este curso. "La derrota de la Champions para mí fue como una muerte y toda muerte necesita un tiempo de duelo", dijo en el verano de 2016, cuando ya preparaba el siguiente ejercicio... Y otro asalto al torneo.


En 2016-17 se quedó en las semifinales, eliminado por el Real Madrid; en 2017-18 ni siquiera pasó la fase de grupos, superado en su cuarteto por el Chelsea y el Roma y eliminado porque falló en sus dos compromisos con el modesto Qarabag con sendos empates -luego ganó la Liga Europa-; y en 2018-19 naufragó en el duelo de vuelta de los octavos de final en Turín, donde le devoró Cristiano Ronaldo con un incontestable 3-0, mucho más incluso por la impotencia que demostró que por el contundente marcador. En la ida venció 2-0 en el Wanda Metropolitano.


Tres años después está de nuevo en los cuartos de final, ante un novedoso formato de final a ocho por la pandemia del covid-19, a único partido y con la certeza irrebatible de que el Atlético puede competir con cualquiera donde sea. Ya lo ha demostrado en toda la era Diego Simeone en la Liga de Campeones: en sus 70 partidos en esa competición, su equipo venció 39, empató 16, perdió 15 y marcó más del doble de goles, 103, de los que recibió, 50, a lo largo de siete campañas.


Ahí ha ganado al menos una vez a 24 de sus 25 rivales en la máxima competición europea, con una única y llamativa excepción: el Qarabag. Al resto sí los ha vencido en alguna ocasión: al Liverpool, al Real Madrid, al Barcelona, al Bayern Múnich, al Juventus, al Chelsea, al Roma, al Zenit, al Olympiacos, al Oporto, al Austria Viena, al Milan, al Malmoe, al Bayer Leverkusen, al Galatasaray, al Benfica, al Astana, al PSV Eindhoven, al Rostov, al Leicester, al Mónaco, al Brujas, al Dortmund y al Lokomotiv.

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