Estadio Deportivo5 min lecturaSevilla, 22 abr (EFE).- El público ha vuelto este jueves al Estadio Olímpico de la Cartuja de Sevilla, aunque no para ver fútbol o un concierto de música, sino para recibir una vacuna contra el coronavirus en el mayor punto de vacunación montado en Andalucía por la Consejería de Salud.
La instalación deportiva, que acogió hace cinco días la final de la Copa del Rey de fútbol entre el Athletic Club y el Barcelona (0-4), registraba este jueves, en su primer día como punto de vacunación, un trasiego de público que recordaba ligeramente el experimentado en otros eventos deportivos o musicales.
Los policías controlando el tráfico y algunos aparcamientos llenos de coches han provocado una sensación de añoranza por los buenos momentos vividos en ese estadio, que se inauguró en 1999 con los Mundiales de Atletismo.
Entre hoy y mañana están citadas 2.800 mayores de 70 años para recibir la primera dosis del preparado de Pfizer, y la previsión es ir aumentando los profesionales y los boxes para llegar a vacunar hasta 15.000 personas diarias en caso de que lleguen dosis suficientes, lo que exigiría duplicar el sistema montado esta semana.
"¿Miedo a vacunarme? Ninguno. Miedo de lo que está pasando en los hospitales y en las UCI", ha subrayado una de las mujeres que se acababa de vacunar, Isabel Moreno, que como todos los usuarios que se han vacunado hoy recibió hace dos días la cita a través de un sms.
Jaime Lobato, coordinador del dispositivo del estadio, ha explicado a los medios de comunicación que han creado este nuevo punto en previsión de que lleguen "un número importante de vacunas", lo que están "deseando".
En el estadio se ha inaugurado un sistema de acogida de usuarios denominado TurnoSAS, que consiste en unas pantallas en las que se introduce un DNI, tras lo cual se expende un ticket con un código, que luego aparecerá en unas pantallas de llamada, en las que se indica a la sala a la debe ir para recibir la vacuna.
Con este sistema, el ticket lo lee una pistola de código de barras, que les recoge nombre del usuario y se ahorra un tiempo en una tarea administrativa que "normalmente nos retrasa", ha subrayado Lobato.
Los usuarios tienen que entrar por la puerta F, que da al sur del estadio, y nada más hacerlo aún pueden ver en las gradas los asientos con los colores del Barcelona y del Athletic, tras lo cual se dirigen por los amplios pasillos a las zonas de espera, con asientos separados y donde están las pantallas de información.
Después pasan a uno de los seis boxes de vacunación abiertos, que llegarán a ser en breve 16 e incluso más si reciben las vacunas esperadas, donde un equipo de tres profesionales de enfermería registra la dosis, hace la entrevista clínica e inocula la vacuna.
El último paso es esperar quince minutos en otra zona para ver si la vacuna provoca alguna reacción adversa, que está junto a un espacio de incidencias administrativas y clínicas, y en el estadio está de forma permanente un equipo de emergencias para atender cualquier tipo de incidencia médica.
En el dispositivo del estadio sevillano hay 70 personas trabajando, entre ellos ocho estudiantes de enfermería y diez de medicina, uno de los cuales, Álvaro Gómez, asegura que "es muy reconfortante poder poner nuestro granito de arena a la hora de ayudar a salir de esta situación que estamos todos deseando que se acabe".
"La gente viene muy feliz a vacunarse", asegura este estudiante y corroboran otros usuarios, como Reyes García Martínez, que estaba "deseando" vacunarse porque cree que podrá retomar los viajes con un grupo que tiene.
Eutropio Cortés, ya vacunado en otro centro y que ha acudido al estadio acompañando a su mujer, se ha mostrado encantado de los dispositivos montados para la vacunación: "He ido a tres, y está todo magníficamente planificado. Mejor imposible", concluye.
Manuel Rus