Alivio entre incógnitas tras 24 horas de locura

Alivio entre incógnitas tras 24 horas de locura
Alivio entre incógnitas - Roberto Morales
Roberto MoralesRoberto Morales5 min lectura
La selección española vivió un lunes repleto de tensión, entre incógnitas por despejar tras un aluvión de acontecimientos desde el positivo de Sergio Busquets, que de momento no ha sido acompañado de ninguno más en los 23 internacionales citados para la disputa de la Eurocopa 2020, con Luis Enrique Martínez cubriéndose las espaldas ante un posible brote citando a cinco jugadores en una burbuja paralela.

La actividad frenética en la Ciudad del Fútbol de Las Rozas fue recibiendo noticias de alivio según avanzó un día que nació con indignación dentro de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF).


La incomprensión reina por no haber recibido respuesta positiva a la petición de vacuna, realizada hace dos meses, para los jugadores, cuerpo técnico y personal de la selección. Viendo como otras selecciones sí la tuvieron y hasta la propia olímpica española a dos meses de acudir a la gran cita de Tokio. Quizás no hubiese evitado el contagio de Busquets pero seguro habría reducido el riesgo.


Lo ocurrido ha impulsado la petición de la RFEF, el ministerio de Cultura y Deporte insistió a Sanidad el pasado viernes y el riesgo a un brote que provoque el aplazamiento de un partido 48 horas, si una selección no presenta un mínimo de 13 jugadores, o incluso la derrota por 3-0 si no se pudiese reprogramar el encuentro, provoca que en la mañana del martes se espere la luz verde a la vacunación.


Mientras, en la burbuja que estuvo a punto de estallar, los 23 internacionales se sometían a nuevos PCR y test serológico con análisis. Confinados en sus habitaciones. Entrenando en solitario sobre el terreno de juego. Unas condiciones opuestas a las deseadas a siete días del estreno en la Eurocopa, con la cita ante Suecia en La Cartuja de Sevilla.


Luis Enrique trabaja a destajo buscando soluciones. Sin tiempo para lamentaciones. Planifica entrenamientos individuales, los sigue al detalle a pie de campo, charla con sus jugadores y busca nuevos ante el temor de un brote. El central Raúl Albiol, los centrocampistas Pablo Fornals, Carlos Soler y Brais Méndez, más el delantero Rodrigo Moreno, interrumpen sus vacaciones para acudir a la llamada de la selección.


Se instalarán en "una burbuja paralela", concentrados en un hotel fuera de la Ciudad del Fútbol donde solo acudirán a entrenarse. Sin contacto con sus compañeros. Mejorando el físico por si hace falta que alguno sea citado para la gran cita europea.


De forma paralela se desarrollaba todo el trabajo para un partido desfigurado que no se debería jugar pero que servirá para que Luis de la Fuente se estrene por seleccionador por un día y todos los jugadores, salvo Bryan Gil que ya lo hizo, debuten con la absoluta. El amistoso ante Lituania se mantiene en pie por obligación de UEFA y lo jugará la selección sub-21.


Todos los convocados dieron negativos en sus test antes de un entrenamiento nocturno y una comparecencia pasadas las 22.00 horas de Luis de la Fuente. "Pasaremos a la historia como seleccionadores absolutos y muchos de los jugadores debutarán con la absoluta. La ilusión es tremenda. Eso mueve montañas", aseguró en unas declaraciones con poso de optimismo en medio de tanta preocupación.


Será el encuentro 715 de la centenaria historia de la selección española. Sin duda, el más peculiar. En Butarque ante Lituania. Un día que debía servir a Luis Enrique para los últimos ensayos, ver a los jugadores que no participaron ante Portugal. España llega nuevamente condicionada a un gran torneo tras un nuevo terremoto. El tercero consecutivo tras el de David de Gea en la Eurocopa 2016 y Julen Lopetegui en el Mundial 2018. La cuenta atrás se ha iniciado con los dedos cruzados ante nuevos test y la incertidumbre que reina.


 

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