La falta de contundencia en las dos áreas, el lastre de España

La falta de contundencia en las dos áreas, el lastre de España
España aparca la decepción y ya prepara la cita ante Georgia - R. M.
Roberto MoralesRoberto Morales5 min lectura

La selección española se reencontró con sus males en Solna para complicarse el acceso directo al Mundial 2022, pagando cara su falta de contundencia en las dos áreas ante Suecia, un lastre al que debe aportar soluciones Luis Enrique Martínez, que no encuentra continuidad de resultados.

Las grandes sensaciones con las que la selección española se marchó de una Eurocopa en la que confirmó un relevo generacional, se desploman en una fase de clasificación a un Mundial que resucita las dudas y desata la crítica sobre la figura de Luis Enrique. Los números no acompañan al seleccionador. Ha dirigido 29 partidos y venció quince, empató diez y encajó cuatro derrotas.


Desde el 13 de octubre de 2020 no perdía España. Se marchó de un gran torneo como el europeo sin encajar una derrota pero abonada al empate, hasta cuatro. Apenas dos triunfos, uno de ellos tras igualada en el tiempo reglamentario con Croacia. 17 años después enlaza tres encuentros consecutivos sin victoria.


"Ni sabía estas estadísticas ni me interesan lo más mínimo", respondió Luis Enrique cabreado por la derrota y la situación en la que queda su equipo en el grupo, obligado a ganar todo y esperar un error de Suecia. "Sabía que cualquier dato negativos saldrá ahora pero no tiene trascendencia para el resto de partidos".


LOS ERRORES DE ESPAÑA


La unión ante la crítica y fortalecerse internamente para salir más fuertes es algo antiguo en el fútbol. La selección lo vivió en muchas ocasiones. Con Luis Enrique no calará la crítica ni le condicionarán las opiniones. El mayor reproche, no contar con jugadores del Real Madrid, se acabará en cuanto Dani Carvajal recupere su mejor versión tras numerosas lesiones. Orgulloso de la entrega de sus jugadores, no dejó reproches tras la derrota.


Razones tenía para hacerlo. Su bloque se partió ante la velocidad sueca. Y estaban avisados. Cualquier error en el pase sería castigado con contragolpes. Eligió a Sergio Busquets y Koke Resurrección en el centro del campo, dos jugadores con habilidades en la posesión pero sin velocidad para el repliegue. En el banquillo estaba Marcos Llorente, un especialista a la hora de correr hacia atrás y explotar su imponente condición física.


Lo que preocupa a Luis Enrique son aspectos futbolísticos. Su equipo estuvo falto de contundencia en las dos áreas. Apuntó a la pérdida de duelos, pero la realidad es que los dos equipos ganaron el mismo número, once. La falta de consistencia del centro del campo, incrementó el sufrimiento de la pareja Eric García-Aymeric Laporte.


Un error que cuesta caro en la elite, el pase atrás de Carlos Soler y el mal control de Busquets, provocó el gol de Isak. El despiste en la marca de Eric García sobre Claesson, facilitó el segundo. Mal posicionamiento defensivo y excesivos nervios para transmitir una falta de seguridad continua. Se plasmó en el añadido con una cesión de cabeza de Eric a Unai Simón que se quedó corta y bien pudo significar el tercer tanto.


España pagó caras sus pocas pérdidas. Acabó el partido con un 91% de acierto en el pase (713 completados de 786). En fase ofensiva las acciones de peligro partieron todas de Ferran Torres en el primer acto y Adama Traoré en el segundo. Con la entrada del extremo puro se añadió una nueva variante poco empleada por Luis Enrique en la Eurocopa. Sin embargo retiró al 9, Álvaro Morata, cuando se comenzaron a colgar balones continuos al área desde el flanco derecho. Gerard Moreno ya se había marchado lesionado.


La irregularidad en el gol ya se sufrió ante Suecia en el debut en la Eurocopa 2020. Aquella tarde en La Cartuja realizaron 17 remates, solo cinco de ellos a puerta. El partido, estudiado en profundidad para corregir errores, no dejó una variación en este aspecto. En Solna, los internacionales españoles realizaron once remates y Olsen solo tuvo que intervenir en cuatro. Luis Enrique tiene trabajo y urgencia. Se quedó sin margen de error. La peligrosa repesca, con nuevo formato, asoma por el horizonte.

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