Estadio Deportivo3 min lecturaCopenhague, 8 sep (EFE).- La Federación Sueca de Fútbol suspendió hoy una gira por Catar para enero, un día después de anunciarla, por las presiones de los clubes a causa de la polémica sobre los derechos humanos en el país que acogerá el próximo Mundial en 2022.
El secretario general de la federación, Håkan Sjöstrand, había presentado ayer la concentración como una forma de aprovechar las buenas posibilidades deportivas e influir en la cuestión de los derechos humanos en Catar, que ha sido muy debatida en el fútbol internacional en los últimos meses.
La Asociación de Clubes Profesionales, que agrupa a los 32 equipos de la Primera y Segunda divisiones suecas, mostró ayer su oposición a la idea, calificada de "estupidez" por Robert Falck, presidente del AIK, uno de los clubes más poderosos.
El máximo responsable de esa asociación, Jens T. Andersson, había resaltado que una cosa era el Mundial, organizado por FIFA, y otra que la Federación haga por su cuenta una gira en un país en el que, según un informe presentado por varias ONG hace meses, han muerto 6.500 trabajadores foráneos en la construcción de estadios.
Tras una reunión entre federación y clubes celebrada anoche, la decisión fue modificada.
"Es obvio que hay una opinión unánime en los clubes de que no se haga una concentración en Catar. Como todo se basa en un entendimiento con ellos, buscaremos otras alternativas. Lo que está claro es que la gira de enero no será en Catar", señaló hoy Sjöstrand en un comunicado.
Al igual que otras federaciones nórdicas, la sueca organiza cada año, aprovechando el parón liguero invernal, una gira con jugadores solo de equipos de ligas escandinavas para probar a nuevos hombres, que los clubes no están obligados a ceder, ya que no se trata de fechas oficiales de FIFA.
"Ha sido una decisión inteligente", declaró hoy Andersson al portal fotbollskanalen.
La cuestión de Catar y los derechos humanos estuvo muy presente en la pasada Eurocopa, en la que varias selecciones hicieron protestas simbólicas antes de los partidos.
El tema ha tenido especial protagonismo en los países nórdicos, sobre todo en Noruega, donde varios clubes se opusieron frontalmente al Mundial y un posible boicot fue discutido en el seno de la federación, aunque finalmente se descartó esa propuesta.