Estadio Deportivo7 min lecturaBarcelona, 20 oct (EFE).- Por vez primera desde que Josep Maria Bartomeu preside el Barcelona la Asamblea de Socios Compromisarios no fue una balsa de aceite para la junta directiva que, ante la disconformidad pública de los asistentes, optó por suspender la votación referente a la remodelación del escudo.
Después de que en el turno de preguntas para debatir este punto muchos de los compromisarios presentes en el Palau Blaugrana se mostraran contrarios al nuevo diseño y, en algunos casos, reclamaran al club realizar un referéndum para aprobar el cambio, el máximo mandatario de la entidad tomó la palabra para suspender la votación.
"Hemos decidido retirar este punto del orden día y haremos una reflexión interna con los ejecutivos para ver cómo podemos conjugar la historia y la digitilización", apuntó Bartomeu mientras una parte importante de los asistentes gritaban "¡queremos votar!".
El nuevo diseño pretendía suprimir el acrónimo FCB, dar más visibilidad a los diferentes símbolos que conforman el escudo (las banderas de Barcelona, Cataluña y la azulgrana), reducir el número de franjas azulgranas y realzar la pelota, que pasaba a ocupar una posición más centrada.
"Decidimos no llevar esto a votación para ver si la solución más adecuada es hacer un referéndum para realizar esta modificación tan importante para el club. A mí también me gusta votar y queremos hacer esta reflexión", repitió Bartomeu ante la disconformidad evidente de parte de los compromisarios.
La aprobación del nuevo escudo debía comportar también la modificación del artículo 2 de los Estatutos del FC Barcelona, que describe en un anexo los colores y el diseño que luce en la actualidad, un punto que finalmente también se retiró del orden del día.
En cualquier caso, la asamblea se quedó sin votar el diseño propuesto por la agencia Summa, cuyo director creativo, Josep Maria Mir, defendió ante los socios compromisarios la necesidad de adaptar el escudo a los nuevos tiempos.
No fue el único varapalo de la jornada para la directiva, que no obtuvo la mayoría suficiente -dos tercios de los votantes- para modificar dos puntos de los Estatutos que les hubiera permitido firmar operaciones de deuda corriente que sumen más del 10% sobre el presupuesto.
Más plácida fue la aprobación referente a la gestión económica del pasado curso y los presupuestos del presente ejercicio. Un total de 721 socios compromisarios dieron luz verde a las cifras del último ejercicio (2017-18) con unos ingresos de 914 millones de euros -los más elevados de su historia-, un gasto de 882 millones y un beneficio final neto después de impuestos de 13 millones.
De los compromisarios presentes en el Palau solo 98 personas votaron en contra de la gestión económica del pasado curso, mientras que se registraron 51 votos en blanco.
En relación al presupuesto para la presente temporada (2018-19), con una facturación récord de 960 millones de euros, unos gastos de 929 millones y un beneficio neto de 11 millones de euros después de impuestos, la junta directiva también recibió la aprobación de los compromisarios (680 votos a favor, 82 en contra y 62 abstenciones).
En este aspecto, también aparecieron algunas voces cuestionando de dónde saldrá el aumento en 46 millones de euros de ingresos con respecto al ejercicio anterior, teniendo en cuenta que no está prevista una operación extraordinaria como los 222 millones percibidos por la marcha de Neymar da Silva al PSG.
El propio presidente de la comisión económica, Carles Tusquets, apuntó que se tratan de unos presupuestos exigentes e instó a los ejecutivos a convertir ingresos "poco previsibles", como son los traspasos, "en más recurrentes".
En esta misma línea, el director ejecutivo del club, Óscar Grau, defendió que el incremento se compensará en el área de mercadotecnia, con unos ingresos de 356 millones de euros, 93 más en comparación con el pasado curso.
Aunque Grau, también admitió que para cumplir dichos objetivos el área técnica tendrá que trabajar para cerrar traspasos de jugadores que no tienen minutos con el primer equipo.
En este sentido, confirmó que el Borussia de Dortmund tiene intención de ejecutar la opción de compra de Paco Alcácer, cifrada en 23 millones de euros y otros cinco más en variables.
Otro de los puntos que destacó Grau en el capítulo de gastos fue el referente a los salarios deportivos. Así, para esta temporada está prevista una reducción de 28 millones de euros de la masa salarial, lo que significa una reducción del 4%, situándola en un 66% sobre el total de los ingresos.
No obstante, Grau parafraseó una máxima de Johan Cruyff -"el dinero en el campo" dijo- y defendió la sostenibilidad de las cuentas: "Estamos muy cerca de la cifra de los 1.000 millones de ingresos previstos para el año 2021 y la masa salarial es alta para tener a los mejores jugadores y hacer posibles los éxitos".
Más igualada estuvo la votación (323 votos a favor, 121 en contra y 44 en blanco) para ratificar el nombramiento de los tres nuevos miembros de la junta directiva de la entidad: Marta Plana, que se ha puesto al frente del proyecto Barça Innovation Hub, Jordi Argemí, nuevo directivo responsable de la sección de balonmano, y Josep Pont, que será vocal.