Estadio Deportivo5 min lecturaBarcelona, 23 sep (EFE).- El derribo del Miniestadi, que empezará el mes que viene con los trabajos previos y durará aproximadamente seis meses, se hará de forma mecánica para favorecer el reciclaje del 80% de los materiales, según informó el Barcelona.
Una vez finalice el proceso de deconstrucción del estadio donde ha jugado el Barça B desde su inauguración en 1982 y recientemente el femenino y el Juvenil en sus partidos de competición europea, la parcela quedará liberada para construir el nuevo Palau Blaugrana.
La demolición incluye también el desmantelamiento de las instalaciones contiguas de la Barça Escola y de la pasarela que conecta el Miniestadi con el Palau.
Todo ellos se hará de forma mecánica, evitando otros métodos más agresivos como la explosión, porque las dimensiones del Miniestadi permiten este tipo de procedimiento más controlado y sostenible, que posibilita reciclar y reaprovechar más del 80% de los materiales y minimizar el impacto acústico y las molestias a los vecinos.
Una vez inaugurado y en pleno funcionamiento el Estadio Johan Cruyff, la entidad azulgrana acometerá el derribo del Mini, para lo que ha programado algunas actuaciones previas necesarias. La primera de ellas es la retirada de los asientos, que se donarán a otras entidades deportivas o escuelas que lo hayan solicitado.
También se retirarán unos elementos cilíndricos decorativos que se encuentran debajo de la marquesina de tribuna que son de fibrocemento y los fluorescentes y los gases de las maquinarias de aire acondicionado.
Los trabajos previos también incluyen la retirada de los elementos que no sean de piedra u hormigón que tenga el edificio y que puedan ser reciclados, como por ejemplo, mobiliarios de madera, plásticos, papel cartón, metal de las barandillas o rejas, instalaciones eléctricas, falsos techos, pladur, etc.
El Barcelona ha tenido en cuenta todos estos aspectos con el objetivo de reciclar el 80% de los materiales. Tanto el hormigón estructural como el acero estructural y los elementos metálicos y el césped artificial de los campos de la Barça Escola serán reciclados al 100%.
Según el club, los áridos resultantes del procesamiento del hormigón se podrán utilizar en futuras obras del Espai Barça, que contempla la total remodelación del Camp Nou, para formar rampas de obras, drenajes en los terrenos, subases de calles o como árido en el hormigón.
Otro de los aspectos que se tendrá en cuenta durante la demolición es la fauna que convive en el Miniestadi, como los murciélagos o la colonia de gatos.
Para los primeros, se ha colocado un nido especial en el recinto que puede albergar hasta 400 animales. En cuanto a la colonia de gatos, se procederá a su traslado progresivo a otras colonias de Cataluña. De esta manera se evitará que algún animal resulte herido o perjudicado durante el proceso de derribo y posteriores obras.
En cuanto a la flora, después de un estudio y de conversaciones con el departamento de Parques y Jardines y Protección del Verde, del Ayuntamiento de Barcelona, se ha acordado respetar el 85% los árboles existentes durante las obras. Parte de los árboles afectados se trasplantarán o resguardo en viveros temporales para su posterior trasplante.
Una vez finalice el proceso de derribo de las instalaciones del Miniestadi, quedarán liberados los terrenos de la parcela donde se ubicará el complejo del nuevo Palau Blaugrana, junto a la nueva estación Camp Nou de la Línea 9.
Este complejo, que empezará a construirse a finales de 2020, contará con cuatro espacios que podrán funcionar independientemente: el Nuevo Palau, el Pequeño Palau, la pista de hielo y las instalaciones de la Barça Escola. El Barça confía en tener listas estas nuevas instalaciones a finales de 2022.