Estadio Deportivo7 min lecturaBarcelona, 21 dic (EFE).- Cuando el precandidato Jordi Farré (l'Hospitalet de Llobregat, 1975) debe tomar una decisión importante o reflexionar, cuenta que se dirige al Camp Nou y empieza a dar vueltas alrededor del estadio.
Arístides Maillol, Joan XXIII, Elisabeth Eidenbenz y Travessera de les Corts. Una y otra vez. Los círculos en torno al templo azulgrana le traen la paz y la serenidad necesarias para acertar en el próximo paso vital.
Para Farré, el Camp Nou prácticamente es una extensión de su casa. Se crió en el barrio de Collblanc de l'Hospitalet de Llobregat, a escasos pasos de la construcción de Francesc Mitjans. Desde pequeño, sus padres le hicieron fotos allí cada vez que iban a ver un partido, las mismas que ahora le sirven para demostrar su pasión azulgrana de nacimiento.
Las vueltas al Camp Nou se convierten en unos de los pocos momentos de tranquilidad que construyen los días de Farré, hiperocupado constantemente. Preguntado por si teme el estrés que se le viene encima hasta la jornada de las elecciones, responde contundente: "No sé vivir sin estrés".
Además, añade que le preocupa que los otros precandidatos no sonrían en sus actos y apariciones públicas: "Parece que estén sufriendo, obligados a hacerlo. En cambio, yo estoy disfrutando mucho presentando mi proyecto para el Barça", asegura.
Se puso a trabajar de forma intensa en esta precandidatura a principios del 2020 y personas de su equipo aseguran que es capaz de estar trabajando desde las ocho de la mañana hasta las tres de la madrugada (y lanzando ideas a sus compañeros en horas intempestivas) para compaginar sus tareas como empresario con las del Barça.
La tarde del 16 de octubre de 2020, cuando los impulsores del voto de censura contra Josep Maria Bartomeu y su junta directiva presentaron las firmas en las oficinas del club, Farré, impulsor legal del proceso, fue explicando fuera de cámaras que al día siguiente a primera hora debía cerrar la compra del matadero de Mercabarna.
Farré, especializado en ingeniería técnica de sistemas, es apoderado solidario de Appeal Agrifood Group, una consultora para la industria cárnica. Según el portal Empresia, también es administrador de Soltando Amarras 2008. Además, el precandidato da clases de metafísica y modelos matemáticos como profesor invitado en la Universitat Politècnica de Catalunya.
Cuando un periodista llama a Farré por teléfono tiene muchas posibilidades de que su conversación rivalice con cualquier otra cosa que esté haciendo en ese momento. Por ejemplo, pedir comida a domicilio para sus trabajadores. De todas maneras, prefiere que le llames a que le escribas un mensaje de whatsapp.
Su compaginación de tareas ni mucho menos es una muestra de falta de educación hacia el periodista, hacia el que demuestra atención y cercanía, sino simplemente de su sobreocupación.
A diferencia de la mayoría de los otros precandidatos a la presidencia del Barça, Farré no procede de la burguesía barcelonesa. Sus padres le criaron en un entorno humilde y el empresario se modeló a sí mismo, siempre prefiriendo trabajar para él que para otros. Su baja estatura no le ha impedido hacerse respetar.
El lema de su precandidatura en las elecciones del 2015 fue 'Som Gent Normal' (Somos Gente Normal). Entonces no logró pasar el corte de las firmas. Ahora se piensa gastar 800.000 euros en la campaña electoral, según explicó él mismo a los medios de comunicación, para cumplir su sueño de presidir el Barça.
Los allegados lo definen como alguien con más 'rauxa' (arrebato) que 'seny' (cordura), muy seguro de sí mismo, atrevido, impulsivo, sin miedo a la presión ni a las consecuencias de sus actos. Durante el voto de censura así lo demostró, yendo a la suya y desmarcándose de la planificación de los otros dos precandidatos que la apoyaron y de los grupos de opinión de la Plataforma 'Més que una Moció'.
Y, por supuesto, también lo está demostrando durante esta campaña con el ofrecimiento de un tatuaje del escudo del Barça o una pizza de Fabián Martín al socio que firme por su precandidatura.
Algunas personas del entorno azulgrana que también participaron en el proceso del voto de censura están bastante de acuerdo con esta descripción de la personalidad de Farré. Pero añaden que esas características se vuelven negativas cuando lo convierten en un mentiroso.
Junto con Joan Laporta y Agustí Benedito es el candidato que ha dicho de una forma más clara que es independentista. De hecho, está escrito en la biografía de su Twitter. Y su jefa de campaña es Betona Comín, activista de la Asociación Catalana pels Drets Civils.
A Comín, hermana del conseller de Carles Puigdemont Toni Comín, la conoció durante el referéndum por la independencia de Cataluña del 1 de octubre de 2017 porque el precandidato fabricó unas miniurnas reivindicativas.
Su número 2 en la precandidatura también está plenamente involucrado en la política: Josep Triadó, alcalde de Premià de Dalt por JuntsxCat. Triadó ya acompañó a Farré durante la aventura de las elecciones del 2015 y en 2018 viajaron juntos a Roma para presenciar en directo la vuelta de los cuartos de final de la Liga de Campeones.
Ese 10 de abril, después de que los italianos remontaran un 4-1 de la ida, Farré y Triadó fueron dos más de los 3.000 espectadores 'culers' abatidos que no pudieron salir del estadio durante horas después de haber finalizado el partido. Ellos dos aseguran que no tuvieron el consuelo de ningún jugador ni directivo.
"Esa noche las dudas que él tenía sobre volverse a presentar quedaron resueltas. En el Olímpico de Roma decidimos que debíamos luchar para que todo aquello no volviese a ocurrir", sentencia Triadó.
Farré, dicharachero y cercano, posee pericia para el ajedrez y el futbolín y dice que si gana las elecciones del Barça su primer invitado al palco presidencial será Pepe Mujica, el ex presidente de Uruguay.