Nunca jugó tanto ni mejor que en el
Betis un Juan
Miranda que ya ha superado sus números de participación durante la cesión en el
Schalke 04, primera experiencia del olivarense fuera del Barcelona. Asentado en el lateral izquierdo de La Palmera, donde parece haber adelantado a
Álex Moreno en las preferencias de Manuel
Pellegrini, el canterano heliopolitano está a expensas de saber quién será el nuevo presidente culé para que su porvenir se aclare un poco. Y es que el contrato del zaguero expira el próximo 30 de junio, si bien existe, como en todos los de los chavales que suben del filial en la entidad azulgrana, una
prolongación unilateral por dos temporas más.
Nadie duda de que el
Barça la ejercerá, sea
Laporta, Freixa o Font el que mande a partir del 7 de marzo, aunque cada uno de ellos tiene un plan para potenciar una demarcación en la que manda
Jordi Alba. La posible cesión o venta de
Junior Firpo abriría la puerta a Miranda o a otro de su perfil, pero no todos los candidatos apuestan abiertamente por los escalafones inferiores. De hecho, con la
gestora al frente, hubo una posibilidad de reclutar a
Marcos Alonso. El propio jugador sevillano sabe que tiene complicado hacer carrera en la Ciudad Condal, por lo que ya ha dejado claras sus preferencias a quien pueda interesar.
En este sentido, Miranda apuesta por seguir como verdiblanco y, salvo sorpresa, no ampliará contrato en el Barcelona. Si debe seguir ligado hasta
2023, espera que, a igualdad de condiciones, se respete su deseo de
volver a casa, de nuevo a préstamo o bajo la fórmula de un traspaso a bajo coste, con beneficios para los culés en forma de porcentaje de un futuro traspaso. Aquí, desde esa nueva fecha, lo tiene todo
pactado para hacer carrera en el equipo de su vida, Sin embargo, el olivarense vigila expectante el proceso electoral de su todavía club, porque, de llegar al cargo uno u otro, tendrá más o menos
facilidades para cumplir su elección.