FÚTBOL ATLÉTICO DE MADRID-CELTA

Progresa adecuadamente

Progresa adecuadamente
Progresa adecuadamente
Estadio DeportivoEstadio Deportivo 6 min lectura

Madrid, 13 abr (EFE).- Si la actuación de los dos jóvenes centrales que presentó este sábado el Atlético ante el Celta, Francisco Javier Montero y Toni Moya, hubiera sido calificada en un boletín de notas como el que muchos escolares han recibido esta semana, en ellos habría figurado un "Progresa adecuadamente".

Los dos bisoños jugadores del filial rojiblanco que pelea en Segunda División 'B' por las plazas de ascenso a la categoría de plata, de 20 (Montero) y 21 años (Moya) cuadraron un partido sin estridencias, en el centro de la defensa rojiblanca para la victoria por 2-0 con la que retienen el segundo puesto de LaLiga.

Un examen que les llegó de forma inesperada, ya que al inicio de la semana parecía que el interior de la zaga estaba destinado al montenegrino Stefan Savic y el uruguayo Diego Godín, descartado el charrúa José María Giménez por sanción y lejos de la disciplina rojiblanca el francés Lucas Hernández, que se recupera de su lesión ya en el seno de su próximo club, el Bayern Múnich.

Pero en el Atlético de la temporada 2018-19, por el motivo que sea, las condiciones físicas de sus jugadores siempre están en entredicho. Solo cinco jugadores de toda la plantilla que gestiona el entrenador argentino Diego Pablo Simeone, por la que han pasado 22 futbolistas, no se han perdido partidos por motivos físicos.

De esta manera, durante la semana fueron cayendo, primero Savic por una contractura muscular, y luego Godín con un edema. Parecía el momento propicio para el debut del argentino Nehuén Pérez, un central de 18 años fichado en verano y repescado en febrero del Argentinos Juniors, y así se intuyó en los entrenamientos, en los que ensayó junto a Montero en el eje de la zaga.

No obstante, Simeone, que en la rueda de prensa previa al partido había glosado el crecimiento de los canteranos que estuvieron desde la pretemporada en el primer equipo, optó por Moya, centrocampista en el filial que ya en los amistosos de agosto utilizó como marcador central.

Así, el '35' de Montero y el '43' de Moya figuraron en el eje de la defensa del Atlético ante el Celta. Comenzaron tranquilos ante el dominio inicial rojiblanco, recibiendo algún balón de Koke Resurrección hacia atrás para redirigirlo a algún otro compañero, con Moya destacado en esta tarea como centrocampista que es.

Sí que pareció algo más nervioso Montero, que con este ya acumula once apariciones con el primer equipo en partidos oficiales, pero arrancó con algunas dudas en jugadas en las que partía con ventaja, como un pase largo por la banda derecha del ataque celtiña en el que tenía toda la ventaja sobre Maxi Gómez y optó por enviarla fuera.

No obstante, el zaguero sevillano, muy reconocible por las gafas que utiliza para jugar por un desprendimiento de retina que sufrió hace dos años, se fue entonando y protagonizó alguna buena anticipación elevándose por alto en campo rival.

Sin Iago Aspas en el campo, principal peligro vigués hoy ausente por sanción, el uruguayo Maxi Gómez era la amenaza, por su corpulencia y su capacidad. Lo intentó en el primer cuarto de hora y le ganó un balón por alto a Moya, pero se ayudó con la mano para controlar y la jugada fue invalidada.

No fue por el hueco de los centrales, sino por la banda derecha defendida por un veterano, Juanfran Torres, por donde se generó la gran ocasión de peligro visitante de la primera mitad: una cabalgada del marroquí Sofiane Boufal que generó una doble ocasión, primero de Maxi Gómez, luego del argelino Ryad Boudebouz ante la que respondió el portero rojiblanco Jan Oblak, con dos paradas soberbias.

Ya se iban entonando los canteranos rojiblancos: Montero le ganó una carrera a Maxi con un cabezazo, aunque al borde del descanso fue un veterano, el brasileño Filipe Luis, quien interceptó in extremis un balón destinado al uruguayo en el interior del área. Ya había marcado el 1-0 el Atlético, obra del francés Antoine Griezmann.

En el segundo tiempo siguió el rodaje: una buena anticipación de Montero sobre Boudebouz, un resbalón de Toni Moya en una ocasión de Maxi Gómez y una intervención de Montero ante un disparo de Pione Sisto justo al final.

Muescas en el cuchillo para los dos canteranos rojiblancos, que cerraron el duelo con buena nota en su expediente y con otro joven compañero, el delantero Víctor Mollejo, sobre el césped junto a ellos en los últimos minutos.

Miguel Ángel Moreno

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