Estadio Deportivo3 min lecturaBarcelona, 25 mar (EFE).- El Espanyol afronta una recta final de competición en una teórica zona de nadie, donde no hay riesgo por el descenso y las opciones de ir a Europa son reducidas, pero el vestuario no renuncia a despertar la ilusión de los aficionados en las nueve jornadas de liga que restan.
El calendario blanquiazul enfrenta a los del entrenador Quique Sánchez Flores contra Alavés, el próximo domingo a las 12.00 horas en el RCDE Stadium, Valencia, Getafe, Eibar, Girona, Las Palmas, Atlético de Madrid, Málaga y Athletic. El cuadro catalán está dispuesto a borrar su mala imagen tras perder contra el Betis.
Entre los retos del Espanyol figura el elevar su rendimiento fuera de casa. Actualmente, es el quinto peor conjunto a domicilio de la competición con diez puntos, sólo por delante de Las Palmas, Deportivo, Málaga -los tres que actualmente ocupan el descenso- y el Alavés. Los blanquiazules sólo han ganado una vez fuera.
Otra de las asignaturas pendientes es la continuidad. Esta temporada, el conjunto catalán no ha logrado jamás encadenar dos victorias en LaLiga, lo que ha lastrado claramente su crecimiento en la tabla. De todos modos, el Espanyol sí ha sumado dos triunfos seguidos entre LaLiga y la Copa del Rey.
A nivel clasificatorio, una de las metas del equipo es la de situarse entre los diez primeros al final de campaña. Actualmente, el Espanyol suma 35 puntos y la décima plaza está en manos del Celta, con 39. A día de hoy, alcanzar el 'top ten' no parece una utopía para el cuadro de Quique Sánchez Flores.
Sin embargo, sí parece más complicado emular la posición y los puntos de la temporada 2016-17. En el curso anterior, los blanquiazules quedaron octavos y sumaron 56 puntos. Salvo un giro radical del guión, estos registros no serán igualados por la actual plantilla perica.
El Espanyol también tiene retos a nivel individual. El más claro es el del delantero Gerard Moreno. El futbolista atesora doce dianas en LaLiga y sueña con estar en la lista definitiva de Lopetegui para el Mundial de Rusia. El catalán no entró en la última selección, pero está en la agenda del técnico y no pierde la esperanza.