Estadio Deportivo3 min lecturaEl rendimiento del ariete, pese a todo, no es una sorpresa para el club catalán. Es su primer año en Primera división, pero ya demostró su olfato como goleador en el Zaragoza, donde firmó 23 tantos entre LaLiga 1/2/3 y la Copa del Rey. Por eso el Espanyol no dudó en pagar diez millones de euros, en cuatro plazos, para hacerse con su fichaje.
No fue precisamente un regalo. De hecho, la incorporación del goleador es la más cara de la historia del club. Pese a todo, al jugador no le ha pesado esta etiqueta. El gol se paga y Borja Iglesias ha demostrado que lo vale: rival en cifras con Messi (15), Suárez (11), Stuani (11) y Aspas (10).
El acierto de cara a portería del gallego, de todos modos, expone uno de los problemas del Espanyol de Rubi. El equipo catalán depende en exceso de la inspiración del 'Panda'. El resto de componentes de la parcela ofensiva apenas han contribuido a los registros realizadores del colectivo.
Este escenario ha sido destacado varias veces por el cuerpo técnico, aunque la preocupación es relativa. Mientras se generen ocasiones, los responsables del equipo y el propio vestuario están tranquilos, aunque sí es cierto que definir antes los partidos es otra de las indicaciones del entrenador.
Borja Iglesias ha aterrizado en el RCDE Stadium tras una campaña estelar del delantero Gerard Moreno, ahora en el Villarreal. El canterano firmó 16 dianas la 2017-18 como blanquiazul, por lo que el gallego tiene serias opciones de superar al catalán. En cualquier caso, el 'Panda' ha disipado cualquier duda sobre el relevo.
El futbolista vive un momento dulce. De hecho, algunos le situaban en las quinielas de la selección absoluta. Ha llegado al Espanyol con hambre y la intención de demostrar, como ya sabían los miembros de la dirección deportiva perica, que el olfato de gol funciona en Segunda y en Primera. A estas alturas nadie lo duda.