Estadio Deportivo2 min lecturaBarcelona, 9 sep (EFE).- El Espanyol afronta un mes de septiembre complicado, con cinco partidos en 15 días, tanto de LaLiga como de Liga Europa, en el que está obligado a reconducir el mal inicio en la competición doméstica, donde ha sumado un punto de nueve posibles y no ha marcado ningún gol.
Este domingo, los blanquiazules se enfrentan al Eibar en Ipurua, a las 12.00 horas. El anfitrión también está en una situación delicada e intentará amarrar los tres puntos en su estadio, un escenario que suele ser complejo para los conjuntos visitantes. El Espanyol no renuncia a nada.
Una vez solventado el compromiso de LaLiga, los pericos se miden al Ferencvaros húngaro en el primer partido de la fase de grupos de la Liga Europa. El choque será cuatro días después del Eibar, el jueves 19 a las 21.00 horas. El técnico deberá calibrar el desgaste de sus futbolistas.
Después del pulso continental, en el siguiente fin de semana la entidad catalana recibe a la Real Sociedad en casa. El cuadro vasco atesora cuatro puntos en la clasificación. El Espanyol buscará hacer valer su condición de local para seguir sumando en la tabla con el apoyo de sus seguidores.
El mes de septiembre se cierra con la visita a Balaídos, con un Celta que se ha reforzado de forma notable en la recta final del mercado, y con el partido contra el Valladolid en el RCDE Stadium. Los pupilos de Sergio González han demostrado que pueden ser un conjunto complejo.
Con cinco partidos en quince días que pondrán a prueba la evolución de la plantilla de David Gallego. El parón de LaLiga por los compromisos internacionales debe haber servido para madurar el concepto de juego, incrementar la integración de los nuevos fichajes y recuperar físicamente a algunos futbolistas.