Hace muchos años que
Bernardo Espinosa se marchó del
Sevilla, pero no ha olvidado sus orígenes. Este domingo volverá a enfrentarse al club en el que se formó con un
Espanyol en alza, un partido siempre "especial" para él en el que espera hacer valer el gran momento que atraviesan.
"El Sevilla es un club que debe estar siempre mirando a los puestos de arriba. En mi etapa allí pude conocer de primera mano cómo funcionan y es lógico que quieran mantener una línea de equipos
Champions. Esa exigencia demanda resultados y, cuando no los tienes, es lógico que se encuentren momentos menos relajados. Nosotros debemos centrarnos en nosotros. El momento ideal es el nuestro", señalaba Bernardo, quien admitía que, para él "siempre es especial volver" al
Sánchez-Pizjuán. "Hay que ser agradecido y eso no se olvida. Además, mi mujer es de Sevilla. Es un partido muy bonito de jugar para mí", afirmaba el central hispano-colombiano.
"Ganar siempre es un bálsamo de energía, de optimismo. Es cierto que el día que ganamos al
Mallorca te quitas un pesito de encima. Tenemos una oportunidad de oro para encarrilar dos victorias seguidas y tenemos en bandeja la posibilidad de seguir creciendo desde la victoria, sumando puntos", reiteró
Bernardo, que advertía al Sevilla de lo que le espera en este partido: "Sé la exigencia que tiene y es lógico que salgamos desde el primer minuto a buscar la victoria. Un encuentro para fijarnos es el del Villarreal, es el espejo. No les vamos a poner las cosas fáciles para que se sientan cómodos y tengan comunión con la grada".
"Cuando estás abajo y tienes que enfrentar un partido lo primero que miras es la clasificación, pero el Espanyol es un rival de entidad y nadie le ha perdido el respeto, en ninguna situación. Siempre será un equipo fuerte, duro e incómodo. Ningún rival te considera menos de lo que eres", concluyó el hispano-colombiano, quien no quiere pensar en su futuro -está cedido por el
Girona- y sí centrarse en ganar el próximo partido y salvar a su equipo.
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