Estadio Deportivo3 min lecturaBarcelona, 17 jun (EFE).- El Espanyol ha firmado cuatro puntos en los dos primeros partidos tras el parón de LaLiga por el coronavirus, un rendimiento que le ha permitido abandonar el último puesto de la clasificación después de pasar las trece jornadas como colista y, a la vez, soñar con la permanencia en la categoría.
El cuadro blanquiazul está demostrando hambre y ambición en los encuentros frente a Alavés, el primer choque en el RCDE Stadium, y, este martes, contra el Getafe en el Coliseum Alfonso Pérez. En el partido en casa, los catalanes disfrutaron de una situación cómoda tras jugar con uno más a partir del minuto 19.
De todos modos, ayer el escenario fue totalmente opuesto después que su central Bernardo Espinosa fuera expulsado por una roja polémica tras una mano. De hecho, varios estamentos del club no entendieron por qué el VAR no entró a valorar la acción del defensa colombiano y así evitar la cartulina.
En cualquier caso, los ánimos del vestuario son muy distintos después de estas dos primeras jornadas posteriores al parón por la pandemia. El Espanyol regresó a la competición a seis puntos de la permanencia y actualmente se encuentra a dos, a falta de que se dispute el partido del Celta, que marca la salvación, en Valladolid.
El vestuario blanquiazul insistía, después del partido contra el Getafe, que no piensa tirar la toalla en las próximas jornadas. "Estamos muy vivos. Aunque estamos abajo, que nadie nos dé por muertos. Tenemos que destacar la actitud del equipo. El parón lo utilizamos para hacer un reset", explicó David López.
Restan nueve finales para intentar sellar una permanencia que hace meses parecía un objetivo de ciencia ficción. Levante, en el RCDE Stadium, Betis, en el Benito Villamarín, y Real Madrid, de nuevo en el feudo blanquiazul, son los próximos enfrentamientos del bloque de Abelardo Fernández.
El resto de rivales ya saben que el Espanyol va en serio, y los aficionados periquitos han comprobado que los ánimos de su equipo están intactos. Históricamente, el cuadro catalán ha demostrado ser capaz de escaladas épicas, aunque nadie se relaja. De momento, el equipo solo ha dejado de ser colista.