Estadio Deportivo2 min lecturaLondres, 26 jun (EFE).- El VAR terminó con el cuento de hadas de David Alaba en la Eurocopa. Su tercera asistencia, la que habría dado alas a Austria para eliminar a Italia y provocar una de las grandes sorpresas del torneo, fue anulada por un fuera de juego del tamaño de una bota.
Ni la acalorada celebración de Arnautovic fue suficiente para que el VAR cambiara de decisión. El delantero, el Ibrahimovic de los Alpes, se encaró con el público, señalándose la oreja, para unos instantes más tardes acogotarse cuando el VAR decidió que su remate de cabeza, continuación del de Alaba, había sido en fuera de juego.
Y es que el jugador del Real Madrid había surgido para crear un gol que le daba brillo en un encuentro en el que estaba demasiado solo, aislado en la banda izquierda. Necesitó salir de la cueva, en una recuperación en la frontal de su área, para encontrar el gol. El jugador del Real Madrid condujo, metió el pase en profundidad por la banda izquierda, para que corriera Baumgartner. La jugada acabó en el costado contrario y el primero para rematar el centro fue Alaba.
Pese a su 1.80, lejos del 1.90 de Bonucci y el 1.92 de Acerbi, se elevó el que más, ganó la pelota y permitió que Arnautovic rematara a gol. O lo que él pensaba que era gol mientras corría la banda de Wembley restregando el tanto a los más de 10.000 italianos reunidos en el oeste de Londres.
Porque apareció el VAR, le desapareció la sonrisa de la cara a Arnautovic y le quitó el papel de héroe a Alaba. Un pie de distancia que manda a Austria a casa y a Italia a cuartos de final.
Manuel Sánchez Gómez