Estadio Deportivo4 min lecturaGetafe (Madrid), 4 feb (EFE).- Getafe y Leganés disputaron un derbi desapacible en lo climático y poco vistoso en lo deportivo más allá de varios picos de intensidad que animaron a unas aficiones entregadas.
Llegaba el Leganés al Coliseum Alfonso Pérez días antes de jugar uno de los partidos más importantes de su historia, la vuelta de semifinales de la Copa del Rey en el Sánchez Pizjuán frente al Sevilla.
La experiencia ya la había vivido el Getafe en el pasado, cuando los azulones tuvieron la oportunidad de disputar dos finales de la competición. Y ese fue el argumento utilizado por los aficionados locales para escenificar en la grada la rivalidad entre ambos conjuntos del sur de la capital de España.
Lo hicieron con una pancarta desplegada en uno de los fondos, donde una persona sostenía bufandas que recordaban esos duelos por el título copero contra el Valencia y Sevilla. De fondo, el mapa de Europa en referencia a la participación del club en torneos continentales. Para contextualizar la imagen, una frase: 'Nuestra historia, vuestro sueño'.
En la parte opuesta del campo, los quinientos seguidores visitantes siempre con un cántico en la boca. Unos y otros tuvieron que hacer frente a una matinal plomiza, más propia de otras latitudes. El frío se colaba en los huesos y la lluvia vino para quedarse durante el transcurrir del choque, en su estado natural y más tarde en forma de nieve.
Ligeramente resguardados de las inclemencias del tiempo, los ocupantes del palco. Destacó entre ellos la presencia de Cristina Cifuentes, presidenta de la Comunidad de Madrid, que no quiso perderse el partido entre dos de los punteros de la región.
Sobre el verde, el juego fue en consonancia durante la primera parte. Quizás porque ambos entrenadores se conocían bien y sabían como anularse, brilló por su ausencia el espectáculo que sí se presenció en el enfrentamiento de la primera vuelta que se llevó el Getafe por 1-2.
Más allá de la posibilidad de ganar al vecino, ese resultado en el primer derbi en Primera suponía también un estímulo para los blanquiazules en un estadio donde tenían buenos registros desde que lo pisaran por primera vez.
Solo el anterior precedente se había saldado con triunfo getafense, por 3-1 en diciembre del 2003. En los cuatro restantes, desde que se levantara en el año 1998, se fue el Leganés con el triunfo.
Pese a lo visto en la mitad inicial, no se desanimó la gente. Y en la reanudación comenzaron a ver jugadas que dignificaban el precio de la entrada. Aumentó el ritmo y el Getafe se topó dos veces con los palos en apenas tres minutos.
De ahí en adelante arreciaron los copos y aumentó la tensión, especialmente durante una situación en banda protagonizada por Ángel y Diego Rico. Hubo alguna otra trifulca sin consecuencias que caldeó el ambiente y provocó discontinuidad en el guión. Al final ambos se repartieron los puntos para seguir sumando en un curso donde están dejando muy buenas sensaciones.