Bordalás, en el alambre

Bordalás, en el alambre
Bordalás, en el alambre
Estadio DeportivoEstadio Deportivo 4 min lectura

Seis partidos sin ganar, 539 minutos sin marcar gol, el pobre juego demostrado sobre el césped y la cercanía cada vez mayor con el descenso han provocado que la continuidad de José Bordalás en el Getafe penda de un hilo y desde el club madrileño se empiecen a barajar diferentes escenarios.

El club que preside Ángel Torres no quiere tomar decisiones en caliente. Nunca lo hace. La situación que atraviesa el equipo es delicada y por ello, aunque el mensaje que se manda de puertas para afuera es de tranquilidad, la realidad es que a nivel interno la figura de Bordalás ya no es intocable.


El equipo azulón se encuentra en el momento más delicado de la 'era' Bordalás que se inició en octubre de 2016. Encadena seis partidos sin ganar con cinco derrotas (Athletic, Sevilla, Real Madrid, Real Sociedad y Betis) y un empate (Alavés), suma 539 minutos sin marcar un gol y en los tres últimos encuentros solo disparó una vez a puerta.


Los 17 goles a favor en los 24 partidos de Liga disputados le hacen ser el equipo menos realizador de la categoría y esos números le hacen ser el peor Getafe de la historia en Primera a estas alturas de campeonato en sus dieciséis temporadas en la máxima categoría. En total, el conjunto azulón contabiliza esta campaña una media de un gol cada 127 minutos.


Las señas de identidad de anteriores temporadas como las de equipo correoso, difícil de batir o intenso se han perdido y prueba de ello es que de los 24 partidos ligueros disputados la mitad, doce, los ha perdido.


"El equipo tenía una identidad y la ha perdido", aseguró al término del último partido contra el Betis el central internacional togolés Djené Dakonam, uno de los indiscutibles para Bordalás.


Esa perdida de identidad del equipo también ha venido acompañada de unos cambios en el esquema táctico de Bordalás. Del 4-4-2 clásico del técnico azulón, esta campaña hemos visto al equipo con 4-2-3-1 y 5-4-1, dos fórmulas que no mejoraron las prestaciones del equipo.


A ello se une el malestar existente en el club con la decisión de Bordalás de dejar en el banquillo en los últimos tres partidos al extremo japonés Take Kubo y al mediapunta catalán Carlos Aleñá, dos refuerzos en el mercado de invierno que llegaron avalados por el técnico, que fueron elogiados en sus primeros encuentros por el salto de calidad que dieron a la plantilla pero que parecen haber sido relegados a un papel secundario.


La mala situación deportiva de este periodo que ya se extiende seis jornadas también ha estado marcada por las dos expulsiones de José Bordalás en apenas ocho días contra Sevilla y Real Sociedad.


Entre medias de esos dos encuentros llegó el partido contra el Real Madrid, tras el cuál explotó públicamente asegurando que, tras las criticas recibidas por el juego del equipo y la expulsión de Djené en Sevilla, echó de menos que el club les defendiera.


Ese ruido mediático no favorece al equipo, al que se le nota irreconocible respecto a otras campañas en cuanto a intensidad, fiabilidad defensiva y oficio para amarrar resultados.


Desde el club madrileño se insiste en mantener la tranquilidad y pensar en el próximo partido frente al Valencia, que visitará el Coliseum el próximo 27 de febrero.


David Ramiro

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