ANÁLISIS | FÚTBOL ATLÉTICO-REAL MADRID

Thibaut Courtois y su heredero

Thibaut Courtois y su heredero
Thibaut Courtois y su heredero - Santiago Aparicio (Madrid)
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Cuando Thibaut Courtois cumplió su compromiso de cesión y abandonó Madrid a finales de junio de 2014, la afición del Atlético se sobrecogió ante el incierto devenir que se aventuraba en la portería de su equipo, determinante en su despegue competitivo.

Tras tres años a préstamo en la entidad rojiblanca, el meta belga regresó al Chelsea, su propietario, consolidado como uno de los mejores guardametas del mundo. Con el título de la Liga española en el bolsillo pero también con la frustración de la derrota en la final de la Liga de Campeones de Lisboa ante el Real Madrid que, en cualquier caso, había puesto definitivamente al plantel de Diego Simeone en el foco europeo.


La experiencia resultó perfecta tanto para el portero como para el Atlético Madrid. Courtois era simplemente un prometedor futbolista que llegó con 19 años al club rojiblanco. Permaneció un trienio y se fue a Londres. Pero ya como un guardameta fortalecido, maduro y plagado de experiencia.


Dejó el Manzanares Courtois como un rojiblanco de corazón, ídolo de la hinchada y cabecilla de una celebración aún recordada por los improperios dedicados al máximo rival.


La sombra de Thibaut era alargada. Dos años como el menos goleado de la competición. Clave en el desarrollo internacional del equipo.


Pero el Atlético Madrid acertó con su heredero. Tradicionalmente hábil para sustituir cada año a un delantero, nunca estuvo más certero que cuando optó por el esloveno Jan Oblak para ubicarle en la portería que había ocupado Courtois.


Pasados los años el balcánico ha superado con creces a su predecesor. Oblak cumple ahora su quinta temporada en el Atlético Madrid. Después de una sospechosa puesta en escena, en la que fue suplente de Miguel Ángel Moyá, el meta de Skofja Loka, a sus 26 años, está considerado como el mejor del mundo.


Un lustro en el club rojiblanco y el meta esloveno acumula un catálogo de paradas imposibles e intervenciones decisivas que sin duda han alimentado la cosecha de puntos y la relación de triunfos de su equipo.


Una Liga Europa y dos Supercopas -una española y otra europea- nutren hasta ahora el palmarés de Oblak, camino de hacer historia con su cuarto trofeo Zamora seguido, algo solo logrado antes por los barcelonistas Víctor Valdés y Antoni Ramallets.


El derbi del Wanda Metropolitano pondrá a Courtois y Oblak frente a frente. El belga acudirá por primera vez al recinto rojiblanco como integrante del Real Madrid. Una 'traición' que no se perdona entre la hinchada rojiblanca, incapaz de pasar por alto un trasvase similar independientemente del rendimiento ofrecido antaño.


El meta de Bree ha pasado rápido de héroe a villano. Es ahora un hombre marcado por el seguidor atlético que aún recuerda el beso al escudo blanco, la revelación de su anhelo madridista desde que era niño y la indiferencia hacia su pasado rojiblanco.


El Metropolitano es territorio hostil para Courtois, que asume un recibimiento adverso y encendido en su contra. Está preparado el belga, que ha hecho siempre frente a las manifestaciones y alusiones en su contra. Como cuando fue elegido, recientemente, como el mejor portero del mundo y fue criticado por el propio Simeone.


"Critica al Madrid para hacerse popular entre su afición. No es justo que me menosprecie. Pero no me ofende. Tiene la necesidad de menospreciar al Real Madrid y a sus jugadores", dijo Courtois del técnico argentino.


"Los futbolistas tomamos decisiones a lo largo de nuestra carrera. El Atlético fue la elección perfecta cuando era joven y viví tres años fantásticos. Crecí como persona y como futbolista pero ahora ha llegado otra etapa. Siempre fui seguidor de Iker Casillas, y por lo tanto del Real Madrid. No creo que deba perder esa oportunidad por haber jugado en el Atlético", dijo en su día.


En sus tres años como rojiblanco, Courtois disputó 154 partidos y encajó 126 goles. Firmó una media de 0,81. Oblak, sin embargo, ha mejorado esos números. Lleva el esloveno 191 encuentros con 122 tantos sufridos. Su media es de 0,64.


En lo que va de campaña no hay debate entre uno y otro. Mientras al belga del Real Madrid le han marcado 31 goles en los 25 partidos que ha disputado, Oblak lleva solo 22 encajados en los 29 que ha jugado.

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