FÚTBOL REAL MADRID

Lucas Vázquez y una situación inesperada

Lucas Vázquez y una situación inesperada
Lucas Vázquez y una situación inesperada
Estadio DeportivoEstadio Deportivo 5 min lectura

Madrid, 11 abr (EFE).- El Real Madrid tenía decidido el final de la etapa de Lucas Vázquez en el club tras el rechazo de la oferta presentada al jugador con una rebaja salarial. Su lesión, un esguince de rodilla que le tendrá dos meses fuera, provocaría un final inesperado. Alejado de los terrenos de juego y sin el reconocimiento que merece un jugador que se convirtió en fijo.

Ni Zinedine Zidane podía imaginar en el momento en el que fue informado de que Lucas Vázquez rechazaba el ofrecimiento de salir del club el pasado verano, iba a dar paso a la mejor de las temporadas del futbolista gallego en el club blanco.

Lucas fue de los últimos jugadores en recibir minutos en el inicio de la temporada. Hasta el duelo liguero ante el Levante, en la jornada 5, Zidane no contó con él. De ser el perfecto jugador número doce de la plantilla, siempre listo para jugar cuando fuese necesario y asumiendo su rol. Las circunstancias provocaron un cambio de papel.

El clásico del Camp Nou de la primera vuelta fue el inicio de todo. Aparecieron los problemas en el lateral derecho, la mala dinámica de lesiones del titular Dani Carvajal, el percance de Nacho Fernández en el partido y Lucas como solución de urgencia. Lo que comenzó siendo un parche se convirtió en una nueva demarcación para un jugador que exhibe uno de los mejores fondos físicos del fútbol español.

Lucas se adueñó de la banda derecha. Pasó a extremo en el regreso fugaz de Carvajal y fue aprendiendo los automatismos de lateral, a la vez que Zidane encontró en la defensa de tres centrales y dos carrileros, un sistema perfecto para las cualidades de sus jugadores de banda. Su nivel provocó que con la seguridad que siempre salta al campo Lucas, encarase su negociación con el club. La oferta a la baja no fue de su agrado y a sus puertas llamaron clubes de las mejores ligas europeas interesándose por su situación.

Ninguna de las partes podía esperar que el choque durísimo y fortuito en la lucha por un balón dividido con Sergio Busquets provocase un capítulo inesperado en el guion. Donde empezó todo, en el clásico, se acabó la temporada de Lucas y su situación se convierte en un compromiso. El Real Madrid quiere su continuidad pero no a cualquier precio y será el jugador el que decida. Tiene la palabra final tras 240 partidos de blanco.

Mientras tanto Zidane digiere una nueva mala noticia. La lesión 49 de la temporada, de récord, y superando cada una de ellas en un momento decisivo en sus aspiraciones de ganar un título grande en un momento en el que no cuenta con Sergio Ramos, Dani Carvajal, Raphael Varane o Eden Hazard.

Debe buscar soluciones para Anfield, donde encara la vuelta de los cuartos de final con dos tantos de ventaja pero con una defensa en la que necesita refuerzos. El estado de forma de Álvaro Odriozola está lejos de ser el ideal tras superar su último percance muscular. Tiene dos días para ver como responde Carvajal recién recuperado. Su vuelta con recaída ha invitado a ser precavidos y aún no ha regresado a los terrenos de juego.

Si Zidane no le ve en condiciones no tiene más en la plantilla. Podría pasar a Nacho a la banda derecha y a Ferlans Mendy al centro de la defensa para dar entrada al brasileño Marcelo; o incluso cambiar de banda al francés. Dispone de dos entrenamientos para probar y decidir. Sin pensar aún en el Coliseum Alfonso Pérez y la visita al Getafe, donde los problemas crecen con las sanciones de Nacho y Casemiro. El desgaste físico y las lesiones desafían al conjunto madridista.

Roberto Morales

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