Estadio Deportivo2 min lecturaSan Sebastián, 19 ago (EFE).- El proyecto de Asier Garitano en la Real Sociedad comenzó este sábado con muy buen pie aunque no con tan buenas sensaciones en el juego, tras imponerse en Villarreal, donde no ganaba en liga desde 2006 y tampoco lo hacía fuera de casa este año desde el mes de abril.
Los donostiarras tienen muchos motivos para estar contentos porque afrontan a priori su calendario más complicado de las últimas décadas, en un inicio de temporada con cuatro de los cinco primeros encuentros a domicilio y el Barça como primer visitante de un Anoeta que aún está en obras y sin césped en el terreno de juego.
El triunfo en la primera jornada de liga ha tenido por tanto un efecto casi terapéutico porque la pretemporada había dejado serias dudas del rendimiento de los jugadores blanquiazules, con cuatro derrotas en ocho partidos y goles encajados en todos sus encuentros.
Ayer, cuando Gerard Moreno batió la portería de Rulli al cuarto de hora, muchos aficionados realistas se temieron lo peor, pero Willian José y Juanmi, 23 tantos entre ambos la campaña pasada en el campeonato liguero, demostraron que la Real sigue teniendo mucha pegada en su delantera.
La victoria conseguida en La Cerámica pone fin a una prolongada racha de malos resultados: 12 años sin ganar en liga y dos empates y cinco derrotas como balance de sus últimas visitas desde el ascenso de los vascos en el año 2010.
El equipo guipuzcoano también demuestra que puede ganar fuera de casa, ya que el final de la pasada campaña enlazó derrotas ante Sevilla, Málaga y Barcelona en sus últimas salidas, y la de Villarreal es el segundo triunfo como viajero junto al logrado en abril en Las Palmas.