Tras haberse aplazado el partido, la delegación del Villarreal regresó a su hotel sobre las 22:30 horas y este jueves ha llevado a cabo una sesión de movilidad y estiramientos en una de sus salas del hotel, tal y como suele hacer siempre en los días de partido.
El equipo tiene previsto comer a las 14:00 horas y salir hacia el estadio hora y media antes del inicio del encuentro, por lo que prácticamente repetirá la dinámica del miércoles con la diferencia de que se jugará dos horas antes respecto a la prevista ayer.
Por lo que respecta a sus seguidores, la gran mayoría de los doscientos que se habían desplazado han tenido que regresar a España en el vuelo programado para la última madrugada, por lo que solo unos pocos van a acompañar al equipo en el encuentro.