DEPORTE INCLUSIVO

La verdadera inclusión, un reto pendiente frente a los prejuicios

La verdadera inclusión, un reto pendiente frente a los prejuicios
La verdadera inclusión, un reto pendiente frente a los prejuicios
Estadio DeportivoEstadio Deportivo 6 min lectura

Valladolid, 31 mar (EFE).- Los éxitos de los deportistas paralímpicos españoles, el reconocimiento del derecho al voto a las personas con discapacidad intelectual o la película "Campeones", han supuesto un punto de inflexión a la hora de superar prejuicios, pero es obligación de toda la sociedad que se sigan dando pasos en la misma dirección.

Es lo que opina Eduardo Matallana, jugador del equipo de rugby touch de El Salvador de Valladolid, que inició su camino en este deporte a través del proyecto inclusivo del club y que ahora, por perseverancia, valores y cualidades físicas, ha comenzado a jugar con el equipo autonómico del "Chami", lo que le convierte en un ejemplo de superación.

"Edu", como le conocen todos y como se le llama familiarmente, ha evolucionado a lo largo del tiempo después de serle diagnosticado un pequeño trastorno neurobiológico y someterse al correcto tratamiento, pero en ese camino el deporte ha sido la mejor herramienta.

Aunque comenzó sus estudios en el colegio San José, donde estudió hasta 2º de la ESO, posteriormente se trasladó al Centro San Juan de Dios y, a lo largo de los años, ha practicado baloncesto, fútbol sala, natación, atletismo o tenis de mesa, aunque ha sido en el rugby donde ha encontrado su mayor motivación.

¿Por qué el rugby?: "Porque es un deporte en el que todo el mundo tiene cabida, porque existe un gran respeto por los compañeros, los árbitros y los rivales, el equipo es una piña y nadie está por encima de nadie, lo que te hace sentir integrado y apoyado y contribuye a aumentar la autoestima", explica.

Lleva dos años en el equipo de touch y, desde enero, ha hecho sus pinitos en el autonómico con el que incluso ha logrado anotar un ensayo, lo que para él supuso una gran inyección de moral, y mantiene su colaboración y presencia con el equipo inclusivo de El Salvador, un proyecto que está evolucionando cada vez más.

Está "enganchado" al rugby, según reconoce a Efe, porque supone "jugar con personas sin discapacidad, lo que te permite relacionarte más desde el punto de vista social, hablar y aprender de muchos temas y sentirte a gusto con lo que haces, rompiendo totalmente los estereotipos".

De hecho, considera que son estos los que hacen que las personas con capacidades diferentes "sean juzgados" antes de que puedan conocerles y que les traten como no quieren, a veces con discriminación y otras con excesiva condescendencia, lo que deriva en un "miedo" a equivocarse para evitar convertirse en el punto de mira de las críticas.

"Afortunadamente, la sociedad va cambiando, pero es importante ponerse siempre en la piel del otro para que el comportamiento también vaya transformándose, porque hay mucho postureo, mucho hablar de deporte inclusivo o de integración, pero luego ves que hay personas que se aprovechan de ello", añade.

Edu comparte piso con otros dos compañeros, y ya no tiene un cuidador que vele por ellos, como sucedía en su anterior casa, lo que le permite tener más autonomía y libertad, pero considera que para que eso sea completo es fundamental contar con un trabajo. Y esa, es otra de las asignaturas pendientes de la sociedad.

Precisamente uno de los cuidadores en San Juan de Dios, Juan Diego Marbán, fue el que le introdujo en el mundo del rugby en 2016, con un torneo benéfico que organizó la base militar "El Empecinado" en el que participó el centro con varios chicos y voluntarios y, ante el interés que suscitó en Edu, siguió alimentando su afición.

Ha sido su guía en este deporte y su referente, y Edu le ha devuelto la confianza que depositó en su día en él, con entrega y compromiso, con ilusión, y con nuevos retos que afronta con la confianza que le ha otorgado saberse parte de un colectivo con los mismos objetivos y valores.

Quiere seguir creciendo en este deporte. Su sueño: "poder jugar con El Salvador Emerging", equipo que milita en la División de Honor B, y encontrar un trabajo que le permita contar con más libertad e independencia, para lo cual es fundamental seguir impulsando al colectivo de personas con discapacidad "con hechos, no solo con buenas palabras que solo se dicen para quedar bien", advierte Edu.

"La discapacidad no es una excusa para no conseguir tus metas y propósitos, porque es mejor hablar de igualdad, no de diferencia, y de capacidad de voluntad y de esfuerzo. Es una manera de ver la vida desde otra perspectiva y es importante ser valiente y constante", concluye.

Inés Morencia

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