La importancia de las coberturas en los seguros de comunidad

Gran parte de los problemas vecinales surgen cuando los propietarios tienen que hacer frente a contratiempos en la comunidad. Por ello, uno de los aspectos más importantes a la hora de contratar un seguro es la cobertura. Aunque el precio es un factor esencial, no debe ser el único sino que es necesario tener una visión global: precio y prestaciones o coberturas del seguro.

Generalmente, tendemos a pensar que un seguro de comunidad de propietarios cubre casi cualquier circunstancia que pueda suceder, pero en realidad no es así, ya que existen una serie de coberturas generales. Las coberturas más frecuentes en un seguro de comunidad de vecinos son las siguientes:

Daños materiales en caso de incendio o explosión, daños por agua, cristales.
El seguro cubre a la comunidad de vecinos frente a los daños ocasionados por incendio o explosión, daños por agua o atascos de conducciones generales de la comunidad, rotura de cristales, daños por fenómenos atmosféricos (lluvia, aire, rayo) etcétera.

Robo y hurto. En este caso el seguro protege a la comunidad de propietarios en cuestiones de hurto o robo y suele incluir la sustitución de llaves y cerraduras y el robo de dinero en efectivo.

Responsabilidad civil. Este seguro cubre los daños y perjuicios que se puedan causar por el edificio a terceras personas.

Asistencia técnica. Puede variar en cada caso en función de las garantías contratadas, cuenta con la asistencia y asesoramiento profesional en caso de siniestro.

Defensa jurídica. Los seguros de comunidades de vecinos cubren los costes de la defensa jurídica (honorarios de abogado y procurador) en casos de reclamación tanto de los propios propietarios frente a la comunidad como de terceros frente a la comunidad. Por lo general, se incluye el pago de indemnizaciones.

Se suelen incluir casos de reclamación de daños y perjuicios, temas de derecho laboral, defensa en temas penales y reclamación a co-propietarios por cuotas de comunidad impagadas.

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