Estadio Deportivo5 min lecturaMadrid, 27 oct (EFE).- El Campeonato de España de Pádel comenzó hoy con los primeros enfrentamientos masculinos de la fase final del torneo todavía con la resaca de la retirada de varias jugadoras del circuito femenino por una retribución que la empresa organizadora (Urban Events) ofreció a varios jugadores por participar, fuera de los premios oficiales, que son los mismos en hombres y en mujeres.
Las parejas formadas por Mario Huete y Adrián Ronco, Jaime Muñoz y Arnau Ayats, Teo Zapata y Nacho Gadea, Meléndez Amaya y González Rodríguez superaron la fase previa y completaron los emparejamientos de la primera ronda en un cuadro masculino que se ha mantenido ajeno a la polémica suscitada por la retirada de algunas jugadoras.
El viernes 29 dará comienzo la fase final del circuito femenino, que comenzará directamente en los cuartos de final -excepto la pareja Eunice y Priscila Rodríguez García, directamente en semifinales- tras la reestructuración del calendario, provocada por el abandono de las palas femeninas Gemma Triay, Ale Salazar, Lucía Sainz, Pati Llaguno, Delfi Brea y Nuria Rodríguez.
Todo provocado por la entidad organizadora del campeonato, que la pasada semana ofreció a determinados jugadores una retribución económica -aparte de la oficial- que no ofreció a las jugadoras y que causó la retirada de seis de ellas que, en cuanto tuvieron noticias sobre lo ocurrido, denunciaron públicamente alegando que atentaba "contra el principio de igualdad".
La Federación Española de Pádel (FEP) emitió un comunicado en el que admitió ser desconocedora de una iniciativa que califica como "totalmente ajena": "Es una práctica habitual en muchas disciplinas deportivas que se enmarca en las relaciones de empresa, patrocinadores y jugadores que persiguen incrementar la visibilidad del espectáculo deportivo y reforzar con ello la apuesta que hacen por este campeonato".
Además, la federación defendió un "trato igualitario" entre jugadores y jugadoras: "La FEP tiene definido un tratamiento igualitario de la competición masculina y femenina del Campeonato de España de Pádel que se traduce en un reparto de 60.000 euros de forma igualitaria entre los cuadros masculino y femenino".
En el mismo escrito, el organismo federativo afirmó que "se ha mantenido un absoluto respeto por la decisión de no participar de las jugadoras" y que "se ha tratado de reconducir la situación hasta el último instante".
De la misma manera, la FEP explicó que en cuanto su presidente, Ramón Morcillo, supo de la existencia de esta retribución se puso en contacto con la empresa responsable, a la que, en nombre de la federación, expresó "su malestar por la iniciativa y el rechazo a ese tipo de prácticas en el organismo federativo".
Desde la institución, también se ha rechazado y exigido "el cese de las presiones desproporcionadas y las advertencias intimidantes que están recibiendo estas jugadoras (las que han decidido jugar el Campeonato) y que persiguen provocar su incomparecencia en el torneo, como ya ha ocurrido en algún caso".
Con esto, la FEP se refiere a la jugadora española Bea Bilbao que, a través de su cuenta de Instagram, denunció "presiones y amenazas directas o indirectas a nivel personal y profesional por parte de otras jugadoras" que la han llevado a retirarse del torneo.
"Hablo solo por mí cuando opino que es triste que una persona como yo, que no soy nadie en el pádel (ni aspiro a serlo) se vea obligada a retirarse del Campeonato de España de Pádel por las presiones y amenazas directas o indirectas a nivel personal y profesional por parte de otras jugadoras", manifestó.
"Al final, el precio de la desorganización lo estamos pagando las de abajo; las que solo queremos jugar partidos de nivel para aprender y disfrutar de la experiencia; las mismas que por las prisas no hemos tenido ni voz ni voto en este asunto", sentenció Bilbao.
El Campeonato, que comenzó el pasado día 24 con partidos del cuadro masculino, finalizará el domingo 31 de octubre, sin las mejores palas del circuito femenino, en el Wizink Center de Madrid. EFE
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