Quizás no sea tan obvio

Quizás no sea tan obvio
- Fernando Mateos
Fernando MateosFernando Mateos 2 min lectura
Sólo fue un amistoso. Es de suponer que la motivación sería mínima, y la intensidad, por tanto, relativa. Pero lejos de dar un paso adelante y despejar las dudas, el Sevilla no hizo ni una cosa ni la otra en Jaén. Ya digo que las valoraciones de un encuentro de esa índole no pueden ser trascendentes. Pero sí las del choque ante el Almería, donde pese a la victoria, el nuevo Sevilla de Emery volvió a jugar un mal partido, otro más.

El técnico vasco prefiere quedarse con los aspectos positivos, afianzarlos y, a partir de ahí, tratar de solucionar las muchas carencias que se le perciben a su equipo. El Sevilla no arranca y la sensación es generalizada. El pasado domingo, en la grada, se podía palpar el origen de una pitada que frenó el gol de Rakitic. Pero comentando con los compañeros los males nervionenses, acabo pensando que quizás no sean tan obvios.

La inmensa mayoría coincide en que con dos pivotes defensivos el bloque se muestra más equilibrado, como se vio en Barcelona o San Sebastián. En caso contrario, cualquiera le arma un lío. La solución, para muchos, es adelantar la posición de Rakitic. El croata está de dulce, pero incluso con sus pases desde atrás, el Sevilla exhibe una evidente falta de capacidad para controlar los partidos y doblegar a rivales encerrados.

Y ahora me pregunto, ¿lo ve todo el mundo menos Emery? Un amigo me comentaba que ahora que tienen a un entrenador ofensivo, tampoco le gusta a la afición. Es uno de esos defensores del vasco, que también los hay más allá de Del Nido, que apuestan por tener paciencia. Lo malo es que en fútbol ese término casi no existe. Y no sé si el técnico morirá con sus ideas o se plegará ante lo que parece obvio, que quizás no lo sea.
Unete a nuestro canal de Whatsapp Únete a nuestro canal de Telegram