Debíamos haberlo visto venir. El director deportivo lleva toda la temporada pidiendo disculpas por errores como Inmobile, Kakuta o Fazio. Ha acumulado internamente demasiadas cosas y ha acabado por explotar en el momento más inesperado. Y es que la temporada ha sido más complicada de lo que parece. La única explicación plausible a la incapacidad del equipo para ganar fuera de casa no es futbolística. Más bien salarial. Las diferencias económicas se acentuaron con la llegada de jugadores que rondaban o superaban los tres millones de euros de ficha como Kono y Llorente. Para colmo, ninguno ha encajado. Banega en esas cifras y a su tiempo no habría dudado en quedarse. ¿Es culpa sólo de Monchi? Y es que lo del crecimiento sostenido es un asunto más complejo de lo que parece cuando de gestionar un vestuario se trata. Pero el club niega la mayor. Insisten en que le han ofrecido un presupuesto Champions a Monchi. Vamos, que el club es una especie de paraíso idílico donde nunca hay discrepancias porque la perfección impera. Y no. El Sevilla no quiere más ´Konés´ ni ´Inmobiles´ y prefiere diversificar la inversión en apuestas menos atrevidas. Jugadores de un coste máximo de cinco millones y no riesgos de 10 ó 12. Y por supuesto, todo lo que no es de conocimiento público y que acabará por salir a la luz, como siempre.
Eduardo Gil2 min lectura