Opinión

A la francesa

A la francesa
Eduardo GilEduardo Gil2 min lectura
Buena parte del sevillismo parece que respira aliviado con la marcha de Unai. Es posible que el personaje de entrenador incansable, que interpreta veinticuatros horas al día, engullera al propio Emery. Pero por lo que fuera, da la sensación de que no se le echará de menos.

El técnico vasco se ha esforzado por ganarse al personal casi más que en Valencia. Y ha sido en vano. Después de tres títulos, el himno de la Champions y una final de Copa, no ha logrado plenamente penetrar en el corazón de la mayoría de aficionados. Ha intentado ser cercano, didáctico y hasta mediático, pero ni su holgado discurso, ni su intensidad en el trabajo, ni su blog han terminado calando en la gente.

Aunque realmente es un problema estético-futbolístico. El sevillismo no ha tragado con su método resultadista, ha criticado su puesta en escena timorata e incluso sus cambios en la hora del triunfo. Pero no olviden que es un ganador, que ha hecho historia con un equipo más espartano que el de hace diez años y que superar sus logros, visto fríamente, puede que sea imposible. Aunque eso pensamos todos cuando el Tottenham vino y se llevó a Juande.

Unai Emery pretende hacerlo un poquito mejor que entonces porque es un tipo agradecido, aunque no me negarán que es más de lo mismo. Se va a la francesa.
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