Con suerte, superaremos la docena de metales en Río. Mucho tienen que cambiar las cosas para llegar a 17 o 18 medallas, como en Londres. Un continente distinto, el clima, la desaceleración general del país, la suerte Necesitamos una media de casi dos diarias, ya que los Juegos se clausuran el domingo. El consuelo es que acaba de empezar buena parte de la vela (nos ha dado medallas desde Múnich 1972 salvo en Sidney), la hípica, el piragüismo en lámina de agua y el taekwondo, que nos proporcionó nada menos que un oro y dos platas en 2012. Y siempre nos quedará la 'sincro', Ruth Beitia y Carolina Marín, que son serias posibilidades de tocar pelo. Por supuesto, los deportes de equipo: hockey y balonmano femenino; waterpolo y baloncesto con la doble opción en chicas y chicos. Hace cuatro años, sólo nos falló el hockey en el medallero. Así que por el momento, muchos diplomas y pocos metales en una expedición española, de más de 300 deportistas. Hagan cuentas, Mireia supone dos terceras partes de nuestro éxito. Sin ella, nuestra efectividad no llegaría al uno por ciento. Y ha tenido que ser una universidad privada la que la apadrine. A sus 25 años, a Belmonte aún pueden quedarle incluso dos rondas olímpicas. Si continúa haciendo doblete, con media docena de preseas, en 2020 será la deportista española más galardonada de la historia en los Juegos.
Eduardo Gil2 min lectura