Opinión

Hechizados

Hechizados
- Eduardo Gil
Eduardo GilEduardo Gil2 min lectura
Hace varios lustros, el Sevilla tuvo un presidente que recurrió a un astrólogo e, incluso, sembró el césped del Sánchez Pizjuán de ajos. El año pasado se descubrió que el propietario del Almería acudía a un brujo para que lo ayudara a decidir los destinos de su club. Hasta el mismísimo 'Cholo' Simeone consulta habitualmente el horóscopo de sus jugadores antes de confeccionar una alineación. Sólo faltaría (Cepeda dixit) un chamán en Nervión. Hasta ahí podíamos llegar.

Una cosa es que Sampaoli sea un visionario del fútbol y otra que invoque a los espíritus como hicieron los peruanos en su día antes de medirse con Chile. Por cierto, aquello no bastó. Y la realidad de Nervión es que le han dado las llaves del cortijo a un perfecto desconocido.

Unos creen que, así, podrán hacerle un saco al eterno rival en el derbi, otros que ese 'pim pam pum' no da para competir de verdad con los grandes, como demostraron recientemente las dos Supercopas. Esta huida hacia adelante abre mil interrogantes. Abandonado primero por Unai y después por Quique, Monchi pudo precipitarse al elegir al excéntrico entrenador argentino. Ojalá que sepan lo que hacen, porque en un suspiro puede irse al traste toda una década gloriosa.
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