Opinión

El verdadero enemigo del Sevilla

El verdadero enemigo del Sevilla
- Joaquín Adorna
Joaquín AdornaJoaquín Adorna5 min lectura
Suele ocurrir en el modelo de sociedad en el que vivimos. Mucha información, mucho ruido, muchos comentarios... y finalmente mucha gente desinformada. Se habla de oídas y entre unos y otros, sin conocer realmente los pormenores de los hechos, se genera una opinión pública errónea. En el problema que atañe a 'Biris Norte' son muchos los matices y, finalmente, sobrevuela la sensación de que el club va contra sus aficionados cuando esa percepción nada tiene que ver con la realidad.

La realidad es que la Comisión Antiviolencia, con un amplísimo repertorio de incidentes en los que han participado y en los que han sido identificados sus miembros, ha calificado al grupo 'Biris Norte' como radical y violento después de la gravísima gota que ha colmado el vaso de la paciencia: el ataque a seguidores de la Juventus con 14 detenidos de los que 11 eran abonados del Sevilla. La realidad es que hay un centenar de hinchas que utilizan el anonimato que les da un grupo de animación dentro del fútbol sin otra finalidad que agredir impunemente o pelearse con aficionados de otros equipos.

Y la realidad es que esa minoría no puede seguir incrustada entre los seguidores del Sevilla F.C. porque está haciendo un daño irreparable a la imagen del club, de la ciudad y del resto de aficionados, que no puede viajar tranquilamente porque ya hay enemigos creados en otras ciudades y países de Europa que confunden la parte con el todo.

Sobre la mesa está el recurso presentado por el club, y pendiente de resolución por parte del Comité de Competición, de una propuesta de sanción de cierre parcial de Gol Norte. Y en el aire, amenazando a la entidad, otras muchas posibles sanciones económicas y deportivas que van desde la clausura completa del estadio, a la pérdida de puntos o incluso la expulsión de la competición; hasta la inhabilitación de dos meses a dos años para organizar eventos deportivos.

No es un problema exclusivo del Sevilla, ni mucho menos. Se están reorganizando grupos ultras en toda España, aferrados a cierta ideología política de extrema izquierda o derecha sin actividad razonable, y sobre ellos el Estado trata de actuar aplicando todo el peso de la Ley. Estamos ante un problema social mucho más profundo que deben resolver conjuntamente las fuerzas de orden público, los organismos deportivos competentes en la materia, los clubes y todas las fuerzas vivas de la sociedad. Sólo con tiempo y firmeza se puede acabar con los radicales, implantando a medio-largo plazo, con la educación y el respeto como herramientas principales, un nuevo modelo de cultura deportiva.

El Sevilla no tiene nada en contra de quienes quieren animar a su equipo, lógicamente, pero en el momento en el que 'Biris Norte' ha quedado señalado como grupo radical y violento, está obligado a ayudar a las autoridades pertinentes a impedir que ese grupo se exhiba buscando la captación de adeptos a la violencia y está obligado a identificar a quienes utilizan el fútbol como excusa para sacar a pasear sus más bajos instintos; a quienes renuncian a animar cuando se les pide identificación porque quieren introducir en el campo objetos contundentes; a quienes están en el paso previo a convertirse en delincuentes. Llevo un megáfono o un bombo. Nombre y apellidos. ¿Por qué? Porque usted será responsable de sus actos. Si usted agrede a alguien, si usted arroja al campo -con el riesgo que ello conlleva- un objetivo contundente, estará plenamente identificado. Ni hablar. Pues no puede acceder.

El Sevilla agradece la animación, pero no puede ser cómplice de esconder a los que utilizan a la masa para delinquir. El control biométrico -acceso con huella dactilar-, que se pretende instalar en la zona baja de Gol Norte la próxima temporada, puede suponer un salto cualitativo trascendental para acabar con el anonimato en el que pretende esconderse el verdadero enemigo del Sevilla.

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