OPINIÓN

Nolito y Lopetegui, meritocracia aplicada

Nolito y Lopetegui, meritocracia aplicada
- Joaquín Adorna
Joaquín AdornaJoaquín Adorna2 min lectura
Tanto mérito tiene Nolito, por su afán de superación, como Lopetegui por haber sabido distinguir la etiqueta con la marca del descarte, de la realidad de su verdadero rendimiento. La etapa de Nolito en el Sevilla parecía haber llegado a su fin. De hecho, aún vive en la parrilla de salida. Pero se ha ganado el derecho a ser portada y visto con otros ojos más generosos.

Cuando empezaba a brotar de nuevo su calidad, se fracturó el peroné. Asumió el golpe y la soledad del futbolista lesionado. Y el silencio de esas horas de trabajo para mantener el nivel físico y mental de lo que es, un auténtico profesional que reactiva su pasión cada vez que se amarra las botas. Ha continuado en la brecha y ha pasado a otros compañeros por su derecha para ser titular junto Reguilón en la izquierda y demostrar que, con confianza, tiene la calidad que otros desean y la cuerda de su ilusión.

El respeto de la afición nunca le ha faltado, se lo ha ganado entregándose honestamente cada vez que ha tenido oportunidades en el Sánchez-Pizjuán. Y el de Lopetegui lo ha conquistado en la cercana e inteligente mirada del entrenador. El justo premio al ‘me das lo que te pido’. Ante el Espanyol sumó simpatías, alegrías y sonrisas Nolito, y lo hizo gracias a la decisión de un técnico que, se intuye, lleva la meritocracia en su libreta de intenciones y sabe cuándo aplicarla.
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