Eran muchos los que esperaban a
un Serra Ferrer más estático en su retorno a Heliópolis. Incluso de forma literal. En cierta forma, aunque ejerza como tal, el balear
no es el director deportivo del Betis, sino un alto directivo con atribuciones directas en la planificación de los dos primeros equipos. Con todo, el veterano preparador
se ha tomado muy a pecho la encomienda de Haro y Catalán, hasta el punto de viajar no sólo para convencer a Quique Setién y explicarle el proyecto que imaginaba para los verdiblancos, sino que está donde
debe para capitanear todas las negociaciones: en Italia por
Pasalic, en Inglaterra para atar a
Barragán y
Carles Gil, en Barcelona para insistir por
Tello...
La verdad es que,
pese a las suspicacias que levantó su reclutamiento, el artífice del último título bético y de la única clasificación para la Champions hasta la fecha está dibujando
un equipo más que interesante a priori. Alejándose de experimentos y haciendo caja por elementos sin demasiada cabida en los planes del nuevo entrenador, a
Sergio León, adquisición encauzada por su antecesor en el cargo, le seguirán Camarasa, Barragán y, muy posiblemente, Tello y Carles Gil. Nombres todos ellos que
conjugan juventud y experiencia en LaLiga, suficiente para garantizar un rendimiento inmediato.
A Serra lo que es de Serra.