El base checo del
Cajasol, Tomas
Satoransky, se ha mostrado hoy "muy contento" tras haber anotado el triple sobre la bocina que el sábado le dio el triunfo a su equipo en
Bilbao (
79-82), calificándolo como "la canasta más ganadora" de su carrera.
Satoransky, en declaraciones que facilita el club sevillano, ha recordado que "en pretemporada contra el
Valencia" anotó una canasta similar pero "eso no le importa a nadie porque era un amistoso", y se ha congratulado por "tener suerte en
Miribilla", ya que "el año pasado también" decidió la victoria cajista allí "con un 2+1".
El jugador centroeuropeo ha señalado, más allá de lo personal, que "
lo mejor fue ganar un partido muy difícil contra un rival directo" aunque no ha negado que "la manera fue muy bonita personalmente por haber podido meter esa última canasta" en el seno de un "equipo en el que es más fácil tomar estas responsabilidades".
Satoransky ha admitido que había planeado con su entrenador,
Aíto García Reneses, acercarse más a la canasta rival en esa jugada, en la que faltaban cinco segundos para la conclusión del partido y el marcador estaba en un empate a 79, pero "al ver que había espacio para hacer el tiro" desde la larga distancia, quiso "asegurar la victoria con un triple; la suerte fue que entró".
Para el jugador el internacional checo, "el partido tuvo muchos altibajos" y por eso se produjo una explosión de alegría sobre la pista tras lograr la victoria, pues "
la celebración de la canasta es la prueba de que este grupo es de gente joven que se lleva muy bien".