Nairo Quintana (Movistar) se convirtió hoy en el
primer ciclista colombiano que gana el
Giro de Italia, que concluyó hoy en
Trieste con la victoria del esloveno
Luka Mezgec en la vigésima primera y última etapa.
La última jornada, de 172 kilómetros entre
Gemona y
Trieste, fue un mero trámite para el nuevo campeón y también un paseo para sus dos acompañantes en el podio final, su compatriota
Rigoberto Urán (Omega Pharma), que repitió segundo puesto, a 3:07 del vencedor, y la revelación italiana,
Fabio Aru (Astana), a 4:04.
José Herrada, compañero de
Quintana en el
Movistar, fue el
español mejor clasificado:
vigésimo tercero, a 58:42.
El broche final del Giro se lo llevó, al esprint,
Luka Mezgec (Giant Shimano), que marcó un tiempo de 4h23:58 al imponerse en un esprint muy apretado al italiano
Giacomo Nizzolo, al estadounidense
Tyler Farrar y al gran favorito, el francés
Nacer Bouhanni, que buscaba su cuarto triunfo de etapa y cuyo equipo, el
Trek, había impuesto el ritmo en la llegada masiva.
Fue el remate a un
Giro un tanto extraño que empezó en la ciudad norirlandesa de
Belfast y acabó en
Trieste en lugar de
Milán, como es habitual, al cabo de un festival colombiano. Los 'escarabajos' se mostraron muy superiores, y especialmente en la montaña, de ahí el doblete
Nairo Quintana-Rigoberto Urán al final de la contienda.
Quintana partía como uno de los favoritos al podio y tras un comienzo un tanto irregular debido a las caídas y a una infección pulmonar abrió las puertas a otros corredores que contaban menos para estar en el podio final. Además de los problemas de Quintana, los otros candidatos se encontraron con otra baza a su favor: la retirada del español
Joaquím 'Purito' Rodríguez debido a una caída.
Esas circunstancias las aprovecharon durante varias jornadas el australiano
Cadel Evans, el polaco
Rafal Majka, el italiano
Domenico Pozzovivo y el canadiense
Ryder Hesjedal, vencedor en 2012 y que, como ahora
Quintana, hizo historia al ser el primer canadiense en inscribir su nombre en el palmarés del Giro.
Llegó la montaña y arrasaron los colombianos, primero con
Rigoberto Urán, también segundo en la pasada edición y líder durante algunos días, y luego con
Quintana, que dio el vuelco al Giro en la decimosexta etapa y luego remató con un nuevo triunfo en la cronoescalada de la decimonovena, con final en
Cima Grappa.
La polémica de la décimo sexta jornada de los míticos
Gavia, Stelvio y Val Martello fue por culpa de la nieve en el
Stelvio. Confusión en las comunicaciones de 'radio corsa' en las que fueron muchos los directores que interpretaron que la carrera estaba neutralizada durante el descenso del Stelvio.
Quintana no se enteró de nada y en el descenso del gigante alpino se marchó en busca de la meta aprovechando el embrollo entre directores y organizadores. Una vez más el
Stelvio inscribió otro capítulo en su leyenda particular y
Quintana realizó la gesta del día, al vestirse de rosa.
Tres días después en la cronoescalada de cima
Grappa Nairo dejó claro que era el más fuerte y sentenció la carrera, pues tanto
Aru como
Urán cedían más segundos de los previstos y
Evans arrojaba definitivamente la toalla.
En la última etapa de alta montaña, en el
Zoncolan, denominado
'La Puerta del Infierno', Quintana aguantó bien los tirones de sus rivales, especialmente del Omega Pharma que comanda su compatriota
Rigoberto Urán, se dejó llevar y entró de la mano junto a Uran en una jornada que se llevó el australiano
Rogers, segunda en este
Giro, posiblemente por un empujón que dio un aficionado a su compañero de escapada el italiano
Bongiorno, un empujón que lejos de ayudarle, le obligó a echar pie a tierra.
En la última etapa, los 172 kilómetros, entre
Gemona y Trieste, reinó la tranquilidad al estar definidos los primeros puestos en la general, circunstancia que fue aprovechada por otros corredores en busca de protagonismo como fue el caso del canadiense
Tuft (Orica) y el holandés
Tjallingii (Belkin) que protagonizaron la primera del día, pero sin éxito. Se fueron en el kilómetro 30 y fueron neutralizados en el 72.
Los compañeros del líder
Quintana no dudaron en bloquear la carrera y devolver la calma al grupo antes de llegar al circuito de
Trieste donde se volvieron producir varias escaramuzas. La más importante, la protagonizada por
Valero Agnoli (Astana), Stefano Pirazzi (Bardiani), Carlos Quintero (Colombia) y Lars Bak (Lotto), Svein Tuft (Orica).El conjunto
Movistar del líder seguía controlando la situación y otros equipos como el
Cannondale para
Viviani y el
Trek de
Bouhanni los que marcaron el ritmo en las ocho vueltas al circuito de Trieste. Un marcaje que aprovechó el esloveno
Mezgec para imponer su fuerza en los metros finales; mientras que el gran triunfador
Quintana se limitó a cumplir el trámite y evitar una caída que pudiera dar al traste con su hazaña de ser el primer colombiano es terminar en lo más alto podio de la prueba italiana.