Marga Crespí deja la sincronizada

La nadadora olímpica de natación sincronizada Marga Crespí ha anunciado hoy su incorporación al Circo del Sol tras su retirada del deporte de alto rendimiento.

Crespí ha explicado que, después de superar las pruebas de ingreso en el circo en Barcelona, comenzará esta semana a entrenarse en la sede de Montreal (Canadá) para aprender las coreografías y finalmente actuar en la carpa de Las Vegas (EEUU), que actualmente recibe unos 9.000 espectadores cada noche.

En cuanto a los motivos de su retirada -que no ha calificado como definitiva-, la nadadora ha explicado que, si bien la que deja atrás ha sido de las "mejores etapas" de su vida, después de la operación de cadera que sufrió el pasado año, su motivación descendió y empezó a querer disfrutar de más tiempo libre.

No obstante, Crespí ha recordado con lágrimas en los ojos todos los momentos de su trayectoria deportiva y ha agradecido el apoyo y la ayuda recibidas por las personas que la han acompañado en su carrera. Sin duda, ha afirmado, lo que más echará de menos será a "la gente".

Ante la pregunta de cómo le gustaría ser recordada, la nadadora se ha definido como una "persona luchadora" que ha perseguido su sueño desde que, a los seis años, un deporte como la natación sincronizada "la enamoró" y con el que, durante los últimos ocho años, ha "sufrido, llorado, reído" y la ha hecho madurar y "crecer como nadadora".

Además, se ha mostrado muy satisfecha de sus logros en el agua. "Nunca pensé que llegaría tan lejos", ha afirmado.

Ha dicho que si tuviera que elegir entre sus medallas, se quedaría con el bronce en los Juegos Olímpicos de Londres 2012; la primera que ganó con 18 años en el Campeonato Mundial de Roma y que le dio el oro; y los bronces que consiguió junto a su compañera Ona Carbonell en la modalidad de dúo en el Mundial de Barcelona 2013.

Crespí, nacida en Palma en 1990, ha sido uno de los puntales del equipo español de natación sincronizada en el último año.